Hoy vengo a hablaros de algo que
me viene ocurriendo en las últimas semanas que me completa esta vida que llevo… los onco-contactos.
¿Qué es un onco-contacto?
Pues básicamente tener uno o varios onco-contactos es la razón de ser este blog que
leéis… Bueno, es una de las razones, quizás la principal.
Un onco-contacto es una persona
que no me conoce, no sabe nada de mi vida anterior al cáncer, que sólo sabe de
mí porque yo hace 15 meses tenía cáncer y ahora ando entre estas líneas arrojando mi
experiencia...Un onco-contacto es una persona que tiene o ha tenido cáncer… una persona que se
acerca a mí en busca de algo de consuelo, de ayuda, de consejo en una situación
que ya he vivido... pero también es una persona que me presta más ayuda a mí de la que yo le puedo ofrecer.
Ayer mismo recibí un "gracias,
muchas gracias, de verdad, de corazón". Así, sin más. Ayer mismo Yolanda, me conmovió…
y lloré. En esas palabras sentí que el miedo que caía sobre ella, había
desaparecido un poco. Y acabé sonriendo porque sentí que pasar por la quimio y contar mi
experiencia había merecido la pena porque con eso, Yolanda o cualquier otra mujer
han logrado respirar y recuperar el aliento, al menos durante un rato... y sonreír… de esas sonrisas que no se ven pero que están en el corazón.
Yolanda: Gracias, muchas gracias, a tí, de verdad, con todo mi corazón.
Yolanda: Gracias, muchas gracias, a tí, de verdad, con todo mi corazón.
Tengo que decir que esta entrada se va a acabar convirtiendo en una defensa de las redes sociales y la
apertura al mundo de la vida privada.
Allá vamos...
Allá vamos...
- Acepto al que no participa de este mundo de apertura. Mi marido, sin ir más lejos, no es amigo de redes sociales y ni siquiera lee mi blog… (por ahora), pero sé que se emociona cuando le digo que Yolanda me ha escrito, que Almudena me deja siempre sorprendida por la fuerza que tiene, que me han escrito desde Argentina,… Punto para las redes sociales. Gracias a Facebook, Whatsapp, este Blog, Twitter, etc., al menos, las luchadoras encontramos apoyo en otras que ya saben lo que es ganar mil y una batallas.
- Esto que me ocurre con el blog es algo importante para mí… un momento complicado en la vida de alguien puede ser más dulce si lee que otra chica ha pasado lo mismo y está viva, sana y feliz. Yo. Y más que nunca. En su momento, a mí me ayudaron otras chicas con sus blogs y su experiencia fue fundamental para sentir que yo también podía superar un cáncer y no dejarme vencer por el desencanto y la tristeza. Punto para las onco-bloggers.
- A fecha de hoy, he logrado devolver el abrazo virtual que me dieron otras sin saberlo.
Así que, si entendéis lo valioso de este trabajo y de estas vivencias y lo que me aportan, también vais a entender mis próximas palabras:
- A los censuradores de las vidas ajenas, seres que se me antojan oscuros y extraños, si escribo todo con demasiado detalle, si os incomoda que exponga mi vida en el medio, si creéis que mi felicidad y mi sonrisa es falsa, si os molesta que haga presente en la vida que hay enfermedad y muerte, si creéis que me doy demasiada importancia por ser valiente,… lo lamento, pero no estáis en mi lista de cosas que me importan.
- Para superar un cáncer de mama, una mastectomía bilateral y escribir sobre ambas cosas hace falta mucho coraje, que he demostrado con creces y sí, me he ganado una medalla, la que chicas como Yolanda me dan sin saberlo. Son mi premio. Es duro escribir lo que he sufrido este tiempo, y me reconforta saber que a alguien le sirve.
- No necesito lecciones moralinas sobre la vida ni cómo compartirla, sobre todo, cuando la vida no nos ha golpeado igual, ni hemos luchado en la misma batalla.
Cuando caí enferma, una chica de 20 años de la que hacía siglos no sabía nada, supongo que por el miedo al cáncer, retomó el contacto y me dijo, muy afectada aparentemente, que "ya me llamaría, que estas cosas no son para el Face".
Con dos tetas menos y lo apoyada que me siento porque creo que lo que escribo es valioso y sirve para dar esperanza y aliento, le contestaría ahora que cuando le atraviese una cicatriz en el alma de lado a lado, me venga a decir lo que está bien o lo que está mal y dónde contarlo.
Nunca más supe de ella.
Las luchadoras no necesitamos de los sanotes vuestros golpes de pecho. No necesitamos un qué maravillosa eres, ni un eres un ejemplo,... sólo necesitamos que el que se decide a darte la mano para que no te caigas, no te abandone en el camino, que suele ser largo.
Las luchadoras ya nos tenemos a nosotras mismas para apoyarnos las unas a las otras... y este humilde blog quiere ser tu bastón.
Mil besines y... buenas noches.