domingo, 23 de agosto de 2015

Como si fuéramos inmortales (M. Benedetti)

Dedicado a una oncoamiga que cree que todo ocurre por una razón... Yo aún no creo que sea así, pero me encanta hablar contigo sobre ello.

COMO SI FUÉRAMOS INMORTALES...

Todos sabemos que nada ni nadie habrá de ahorrarnos el final

sin embargo hay que vivir como si fuéramos inmortales
sabemos que los caballos y los perros tienen las patas sobre la tierra
pero no es descartable que en una nochebuena se lancen a volar

sabemos que en una esquina no rosada aguarda el ultimátum de la envidia
pero en definitiva será el tiempo el que diga dónde es dónde y quién es quién

sabemos que tras cada victoria el enemigo regresa buscando más triunfos
y que volveremos a ser inexorablemente derrotados vale decir que venceremos

sabemos que el odio viene lleno de imposturas
pero que las va a perder antes del diluvio o después del carnaval
sabemos que el hambre está desnuda desde hace siglos
pero también que los saciados responderán por los hambrientos

sabemos que la melancolía es un resplandor y sólo eso
pero a los melancólicos nadie les quita lo bailado
sabemos que los bondadosos instalan cerrojos de seguridad
pero la bondad suele escaparse por los tejados
sabemos que los decididores deciden como locos o miserables
y que mañana o pasado alguien decidirá que no decidan

sintetizando... todos sabemos que nada ni nadie habrá de ahorrarnos el final

pero así y todo hay que vivir como si fuéramos inmortales.


sábado, 15 de agosto de 2015

Un millón de cosas que me hacen feliz...

Mis listas son interminables... creo que empieza a ser patológico, pero cuando la lista se llama COSAS QUE ME HACEN TREMENDAMENTE FELIZ simplemente sonrío y me dejo llevar. 

Mis dedos han sujetado el bolígrafo con fuerza confiando en que hubiera tinta suficiente... Luego cuando he leído lo que he escrito, me ha dado la risa... porque encuentro la felicidad en las pequeñas cosas de forma que resulto muy básica, pero lo importante es que: 

BÁSICAMENTE, SOY FELIZ 

Así que, al transferir lo escrito en mi agenda a este blog he tenido que añadir a la lista algo que creo que tengo claro qué es lo primero que debería aparecer:
  • Hacer listas interminables de cosas que me hacen feliz y darme cuenta que si es interminable es porque la mayor parte del tiempo soy feliz y, sobre todo, sé dónde encontrar la felicidad. Pues me rodea.

MI LISTA DE AGOSTO DEL 2015 DE COSAS QUE ME HACEN MUY FELIZ
  • Leer. Sobre todo, una historia sencilla y tierna sobre la vida de distintas mujeres que luchan por sobrevivir en un mundo complicado. Y que se complica aún más. Mujeres que a veces buscan respuestas y otras, simplemente, las encuentran.
  • Escribir, sobre todo, en mi blog. Mi blog se ha convertido en la prolongación de mi mente y una forma de abriros mi casa a tod@s. A veces, en todas las casas hay ruido. Lo siento onco-amigas. 
  • Ir a la playa un día, así, porque me da la gana. Aunque nos muramos de frío un día y al otro, sólo pisemos el chiringuito. 
  • Captar momentos con la cámara. Tanto o más que describir lo que ven mis ojos. Cuando veo las fotografías, no son fotografías. Son viajes en el tiempo.
  • Estrenar zapatos. Estrenar ropa. Estrenar zapatos y ropa que he comprado en rebajas superbarato. No creo que tenga que explicar por qué. 
  • Comprar online. Es tan sencillo. Me hace sentirme afortunada por vivir en este siglo. Sobre todo, si son cosas insignificantes. 
  • Tener el pelo rizado. Básicamente, porque no me tengo que preocupar por planchas y secadores... 
  • Hacerme una cola nivel pompón. Mido el tiempo que transcurre en base a la longitud de mi pelo. Más pelo, más años viva.
  • Que un loco bajito me llame tita. 
  • Que un loco bajito me deje comérmelo a besos.
  • Ver que Anto es más travieso aún que esos locos bajitos y que los vuelve aún más locos a todos. Sé que a sus padres no les hará tan feliz eso. 
  • Mis cuadernos llenos de mensajes. Así mis proyectos parecen más importantes. Tengo un problema con comprar cuadernos.
  • Descubrir que no hace falta explicar nada. Que no necesitas explicar nada. 
  • Volver a ver a mi familia danesa. Y celebrar juntos 60 años y un bebé, que viene de camino. Toni y yo celebramos menos, pero me hace inmensamente feliz celebrar estas cosas con ella. Seguro que ella también pensó un día que no estaría en este mundo para verlas. 
  • Mi práctica de yoga. Aunque voy y vengo con ella. Volver a ella me hace sentir feliz porque he decidido volver a ella. Continuamente.
  • Que un cambio en las pastillas que me tomo sirva. Ahora ya no tengo picores. Y sirve para que confíe mucho más en los oncólogos. 
  • Que un año más no necesito estar preocupada de donde hay un baño y de llevar tampones para ir a la playa tranquilamente.
  • Recordar Londres. Y tener el plan de volver.
  • Organizar las vacaciones del año que viene. Menorca, Córcega, Cerdeña, Croacia, Francia,... Hay tantos sitios. Ya se verá.
  • Comprar guías de viaje. Sí, aunque aún no sepa a dónde voy. 
  • Ikea. Todo en Ikea me eleva al Nirvana. Y encima ahora, venden cuadernos y material de oficina molón. Nirvana.
  • Mis leonas campeonas. Inma, Rosa, Virginia, Marta (e Isa, qué sé que estás ahí también). Por convertirme en la ratona campeona. Así, en un momento. Porque me río y me vuelvo a reír con ellas. Porque a pesar de los malos momentos, las pérdidas y las dificultades, siguen sonriendo y siguen cumpliendo sueños. Pronto llegará una nueva ratona. Y todas seremos mucho más felices. 
  • Descubrir nuevas terrazas-bar en Sevilla. Bueno, esto no me hace tan feliz. Mi peso no me hace feliz. Lo sobrellevo con el sueño de que llegue un otoño de orden alimenticio que me haga adelgazar y tener el cuerpo que nunca he tenido. Jejeje... 
  • Los helados de Lora. Y, sobre todo, que cierran fuera de la temporada de verano. 
  • Autoinvitarme a Dublín. 
  • Dormir tapada. Después de este verano tan tremendamente caluroso, llevar unos días durmiendo tapada me hace sublimemente feliz. 
  • ...
Hay algunas más. Bastantes más. 

Cuando caí enferma, acudí a una psicóloga especialista en pacientes oncológicos. Para que me ayudara a canalizar mis ideas y mis pensamientos., alborotados y negativos. Uno de los ejercicios que me mandaba era este. Escribir y hacer listas. Para que aprendiera a darme cuenta de que no hay nada tan negro que no se pueda volver de color. Rosa. Gracias a ella hago muchas más listas que antes. Es fundamental para mí plasmar en un papel todo aquello que me ilusiona, me da esperanza o me hace soñar. 

Es mi onco-consejo de esta humilde bloguera. Escribe. Haz listas. Búscate una libreta bonita. Llévala contigo. 

Pagué a una psicóloga para que me dijera lo mismo que Ana Belén, mi hermana o mi marido. Que hay que ir poco a poco, que tengo un millón de cosas por las que ser feliz y que si no las encuentro, me las invente. Lo más importante que aprendí estando con ella fue a contar hasta 10 antes de tomar cualquier determinación. Y , sobre todo, a no adelantarme a los acontecimientos. 


 

martes, 11 de agosto de 2015

Dudando...

Está acabada. Lista. La entrada de dudas. Al menos, la 1ª (con vuestras primeras 10 oncodudas).



ONCODUDAS...
  1. ¿Las biopsias son peligrosas? Las biopsias no son peligrosas. Cuando leí esta duda no sabía muy bien a qué te referías. Estaba preparada para que me preguntara alguien si dolía o no, pero no que alguien se planteara si era peligrosa. Así que, cuando me la hice, ni me lo planteé. Y ahora, me he informado y no existe riesgo de que las células tumorales escapen de la localización por culpa del pinchazo y la herida causada. 
  2. Nos has contado qué pruebas te hicieron para diagnosticar tu cáncer de mama, pero no nos cuentas qué pruebas te hacen para las revisiones? ¿Te hacen mamografías? Es verdad, no hablo mucho de las revisiones. Os cuento que las he superado, pero no cuento gran cosa. Pues bien, mi oncólogo me manda cada 4 meses (casi siempre) 3 cositas: una analítica supercompleta, una ecografía abdominal y una radiografía de tórax. El cirujano de mama, que ya me ve cada 6 meses, me suele mandar una ecografía de las cicatrices de la mastectomía y, a la vez, de las axilas, para vigilar mis ganglios. Incluso en la axila izquierda, en la que ya no tengo. Alguna vez me ha mandado una resonancia de mamas. Así que no, no me hacen mamografías. No tendría sentido. La ginecóloga siempre me hace una ecografía transvaginal rutinaria para evaluar el grosor de mi endometrio y bueno, ver que todo está bien. El tamoxifeno me obliga a tener 2 citas anuales con la ginecóloga. Prevenir antes que curar. Además, alguna vez me han mandado un análisis de sangre para ver mis niveles hormonales (estrógenos y progesterona). Aunque no tengo la regla desde hace... puafff... 2 años, mis ovarios mantenían su actividad y desgraciadamente, mis niveles estrogénicos han sido muy elevados el primer año desde la operación. Por eso, actualmente me pincho Zoladex trimestral. Todo esto hace que haya que vigilarme al menos 2 veces al año. Creo que ya no hay más pruebas rutnarias. Luego, siempre surgen algunas más, dependiendo de los resultados de éstas. Ah!!! El cirujano plástico no me manda nada, sólo me ve las tetas y me dice, "están estupendas. Una reconstrucción exitosa. Ojalá a todas les dijeran eso. No voy a ser frívola, pero el resultado que obtengas de las manos del plástico influyen muchísimo en la recuperación... y en superar estos años de pruebas y de miedos. 
  3. ¿Cómo te sientes cuando acaba la quimio? No sé muy bien cómo describirlo. Agotada. Exhausta. Pero feliz. Poco a poco te vas recuperando. Eso sí, mi experiencia me dice que al poco de acabar las sesiones de quimio, puedes sentirte aún más cansada, se te caen cejas y pestañas, que habían aguantado, tus defensas pueden bajar bastante... Es como tocar fondo para luego resurgir con fuerza. Sin hacer nada, te vas sintiendo mejor rápido. Si pones voluntad y comes bien y te animas a salir a la calle, a dar paseítos, aunque sean de abuela, la recuperación es más rápida. 
  4. ¿Cómo te diste cuenta? Tenía un bulto que aparecía y desaparecía con la menstruación. Pero un día ya no desapareció. Además, mi pezón empezó a retraerse y mi pecho cambió de forma ligeramente, aunque yo no lo aprecié hasta el final. No lo ví venir o no quise verlo venir. 
  5. ¿Qué ha sido lo peor que has vivido? ¿El momento más duro? El cáncer de mama trae consigo recuerdos tremendamente amargos y no sólo a mí. Mis familiares y seres queridos seguro podrían hacer una lista y sería muy distinta a la mía. Yo recuerdo muchos malos recuerdos: el período inicial de pruebas para el diagnóstico. Todos os médicos van preparándote , pero hasta el informe patológico nadie se moja. Así que me agarraba a un clavo ardiendo para pensar que no era nada, pero también me angustiaba por la incertidumbre y creía que iba a morir en poco tiempo porque pensaba que el cáncer llevaba en mi cuerpo demasiado tiempo y me habría invadido. Angustioso. Contárselo a mis padres. A mi hermana. A mis amigas. También recuerdo fatal el tiempo en el hospital cuando tuve neutropenia. Me encontraba fatal. Sentía terribles dolores. Tuve miedo. Otro mal momento que siempre cuento es cuando me desperté al día siguiente de la mastectomía y sentí que todo había sido un sueño, para darme cuenta automáticamente que no, que estaba encorsetada y que no tenía tetas. Fue tan cruel esa sensación. La he repetido algunas veces. Sin embargo, si tengo que decir el peor momento que he vivido... fue mi primera ducha tras la mastectomía. Unos 15 ó 20 días después. Dolorida. Inmóvil. Vulnerable. Ya me había visto la cicatriz. Eso no me horrorizaba. Me horrorizaba sentirme tan incapaz en ese momento. En fin. Ya pasó.
  6. ¿El pensamiento más negativo que hayas tenido durante estos años relacionado con el cáncer de mama? Qué habrá sido de mis tetas.
  7. ¿Cuál ha sido el momento que has vivido en el que te has sorprendido a tí misma, con tu actitud? Aún me sorprendo a mí misma. Jamás pensé que podría pasar por esto y que mi vida no se iba a joder para siempre. Vivo feliz y plenamente. El cáncer no ha ganado esa batalla.
  8. ¿La mayor decepción? Me hubiera gustado recibir otro trato de muchas personas a las que tengo un gran aprecio. A pesar de algún que otro palo, en el fondo no estoy tan decepcionada. En muchos casos, se veía venir. Seguramente, de mí también pueden decir lo mismo en otras circunstancias. Sin embargo, hoy me estoy acordando de una "decepción" de la especie humana, porque no eramos ni conocidas, sólo una amiga de una que antes era amiga mía. Digo decepción de la especie humana porque esta chica se volcó conmigo, supercariñosa, sin conocernos. Tengo delante una carta que me escribió en la que me daba ánimos y me decía lo valiente que era, que era la mejor, hasta que me quería. Lo cual a mí siempre me ha sorprendido. Su amiga me decepcionó y por lo visto... eso hizo que yo ni fuera tan valiente, ni tan maja, ni tan luchadora... Y desde luego, no me quiere ya nada. Le escribí un guasap para decirle que aunque su amiga y yo ya no estuviéramos bien, a ella le agradecía su apoyo. Y fui sincera. Muy sincera. Directamente me bloqueó. Luego, por lo visto he pasado a estar al nivel de "cucarachas y malas hierbas". El cáncer trae consigo estas chorradas. Gente que se vuelve loca por el rosa y cree que toda tú eres rosa y eres tan dulce como una nubecita. No. El cáncer no te hace santa ni te hace tener una paciencia infinita ante desplantes y bipolaridades. Vaya...lo mismo soy yo la que os está decepcionando. :)
  9. En relación con lo anterior, ¿qué espera oír una enferma de cáncer? ¿qué actitud debe tomar el entorno de la paciente? ¿Cómo acertar? Es verdad que he explicado qué no decir, en el fondo, para acertar a tratarnos a las enfermas de cáncer. Lo demás creo que es empatía. Hay gente que sabe qué decir y te alivia enormemente sentir el calor de sus palabras o de una simple mirada de cariño. Hay otras personas, que lo intentan con frases hechas y desde el corazón, se les agradece. Siempre os digo que un enfermo de cáncer necesita hablar. Exteriorizar su angustia. Hacerla verbal, la convierte en real y, sobre todo, manejable. Después de leer esta pregunta me he planteado qué esperaba yo oír... y si quieres que te diga, no lo sé aún. Sé que quería que me trataran con normalidad, pero siendo algo condescendientes. No podía estar a la altura en muchas ocasiones, ni física ni mentalmente. Necesitaba un guasap. No sé. Mi amiga Ana Belén es de esas personas que saben siempre qué decir y acertar. Ella podría contestar a esta duda. Ella sabía en qué momento decirme, da el paso. "Córtate el pelo. Aprovecha esta tarde en la cura y mírate la cicatriz, no lo dejes para más adelante. Me decía no seas dura contigo mismo. Descansa. No tengas prisa. Poco a poco." Ana Belén se merece un monumento rosa... muyyyyyy rosa. Para no dejar sin contestar la pregunta, te diría que siempre se acierta con un acercamiento. Con una llamada. Con un mensaje. Con un, cuando te apetezca y puedas, y te sientas mejor... (porque tú sabes que detrás de un "me encuentro bien" hay un gran malestar generalizado en la enferma de cáncer). SINCERIDAD. Hay gente que al enterarse que tienes cáncer se ve en la obligación de decirte algo, aunque haga mil años que no te habla. No hace falta, si no sientes un especial cariño por esa persona y desde luego, no le hables porque te sientes culpable de estar sana y de que ella se pueda morir. ERROR. Puedes acabar diciéndole "Bienvenida a la vida"... cuando ella cree que puede morirse. 
  10. ¿Cómo sientes tus nuevas tetas? Me encantó esta pregunta. Además, va bien con la pregunta anterior. Sinceridad. Si te interesa algo, no des rodeos. Sé que todo el mundo se pregunta esto. Yo me lo preguntaba cuando me enteraba que alguna famosa sufría una mastectomía. Pues mis nuevas tetas son redonditas y están altísimas. Esto que cualquier mujer desea, sobre todo al ir cumpliendo años e ir sufriendo la ley de la gravedad, se convierte en algo que en muchos casos quieres ocultar. Yo el año pasado me ocultaba más. Me planteaba a todas horas... se nota que no son de verdad. Este año, no sé si es que la inflamación es menor o ya me voy acostumbrando, me pongo mis escotes discretos de siempre, pero ya no creo que nadie se dé cuenta. Los pezones nuevos han quedado muy bien, "como botoncitos", como dice mi plástico. Qué mono es!!! Jejeje... Al principio, con tanta inflamación creía que nadie en dos metros se me podría acercar. Siempre están "alegres"... por si también te preguntabas eso. Pero ahora ya es más discreto todo. A mis nuevas tetas, les falta movilidad y, sobre todo, lo que más en falta echo, sensibilidad. No la he recuperado. No creo que se recupere. Noto más cosas cada vez, pero es un espejismo. Eso me entristece porque la falta de sensibilidad hace que sean unas extrañas. Bonitas, pero extrañas. Añoro mis tetas.
Gracias por vuestros emails. Desde el cariño os he contestado. Se han quedado unas pocas sin contestar, pero espero recibir más dudas y así, la entrada será de nuevo de 10. Seguid escribiéndome (anitagm1978@gmail.com

Feliz verano, que aún queda tiempo que disfrutar.