He tardado tanto en volver a escribir que no sé si debería volver a presentarme... !!!!
He decidido sacar un poquito de tiempo básicamente porque necesito pasar un ratito acá con vosotr@s... que sois una ayuda para mi siempre.
Hoy se me viene a la cabeza la paciencia... ¿Por qué?
Pues porque yo creía que, hace casi 4 años, había hecho un máster en paciencia, pero como todo en este vida, lo que no se practica, se olvida. Así que hoy, toca recordar aquello que me hizo fuerte y recuperar esa paz mental que logré albergar en mi mente y en mi cuerpo.
A veces el calendario de mi vida me resulta confuso... Me diagnosticaron cáncer de mama hace casi 4 años, pero no estuve libre de cáncer hasta ese 24 de Octubre, de forma que de vida tengo... no sé, 3 años y medio??? También mi vida se mide en función del tiempo que llevo tomando tamoxifeno... que son 3, recién cumpliditos. ¡Qué pesada losa! Mi oncólogo me adelantó hace meses que quería retirármelo un tiempo y yo abriendo las ventanas de mi alma a esa noticia no me di cuenta que dejaba escapar mi paciencia, que tantas ganas tiene siempre de salir de casa.
Hoy hago un llamamiento a mi paciencia para que vuelva a casa, que la necesito y la echo mucho de menos. Juntas tenemos muchas cosas que hacer... y sin ella no puedo. Quiero pedirle perdón porque no supe valorarla cuando la tuve a mi lado y ahora que me falta, le suplico que vuelva.
No va a volver porque yo se lo pida, volverá cuando yo me lo trabaje. Porque sí, la paciencia se trabaja y para una paciente de cáncer es más valiosa que el agua porque...
...siendo paciente se consigue que
cuerpo y alma
logren alcanzar el equilibrio que has perdido...
Tener cáncer es duro, pero una vez que lo superas físicamente, darte cuenta que tu vida está marcada por el cáncer y sus secuelas y que hagas lo que hagas, ahí estará y te acompañará en todos los momentos de tu vida se me antoja tela de cruel.
Y lo es. Hasta duele.
Dicen que la paciencia no es la capacidad de esperar, sino la habilidad de mantener una buena actitud mientras esperas. Si esto es así, tengo que trabajar más duro aún, pero esperar es duro, esperar me quita ilusiones, esperar implica estar parado, esperar implica ocupar tu tiempo en algo para distraerte de que lo que estás esperando no llega...
De los pacientes de cáncer siempre se aprenden lecciones muy valiosas... Yo he aprendido muchas de Donés, la principal a seguir viviendo con lo que tenemos...
...y compartirlo.
Creo que si en algo tenemos que trabajar los pacientes de cáncer es en cuidar nuestra mente porque en cuerpos maltrechos, la mente lo puede superar todo.
No tiene sentido dedicarle mucho tiempo de mi vida a la espera... Pero hoy concretamente, decido que no quiero dedicarme a esperar.
No quiero y además, puedo no dedicarme a esperar.
¿No?
Ser paciente no sé, pero acabar esta entrada en el blog me invita a seguir haciendo ese trabajo del máster sobre Geología que tantas vueltas le estoy dando para no tener que hacerlo.
Ana, tú puedes.
Hasta pronto.