Llevo unos días sin casi tiempo para pensar qué os quiero contar... pero entre ayer y hoy me han pasado unas cuantas cosas que hacen que una vuelva a creer que el karma, a veces, aunque sólo a veces, te recompensa en esta vida.
No voy a entrar en mucho detalle porque no todo lo que me ha pasado tiene mucho que ver con el cáncer de mama y este blog va de eso, de cáncer.
De mama.
Sin embargo, hoy quiero hablar de una superviviente, mi Miriam Carabajal, mi argentina querida. Y del karma.
He leído que la palabra "karma" significa acción. No sólo una acción física, sino también mental y hasta verbal. Hace referencia a que todo lo que hacemos o decimos, la actitud con la que nos enfrentamos a las cosas,... deja una huella en nuestra mente y que, tarde o temprano, esa huella producirá unos resultados.
Vamos, que en España a esto nos referimos cuando decimos "quien siembra vientos, recoge tempestades".
Todo en la vida se reduce a sembrar... unas veces se siembra para bien y otras, para mal, pero lo ideal es sembrar semillas de virtud, no de mal rollo.
Las acciones-semillas positivas, virtuosas, se supone que darán como resultado una felicidad futura, y las acciones-semillas negativas y perjudiciales, nos proporcionarán un sufrimiento futuro.
No se sabe cuándo... pero habrá un momento en el que tanta semilla... germina.
Sin entrar en más temas místicos, ya sabréis los más fieles a La Tostada Boca Arriba, que yo soy de las que cree que la vida no compensa. Que por muy putas que las hayamos pasado, como, por ejemplo, tener un cáncer de mama y perder las dos tetillas, no nos espera a la vuelta de la esquina un futuro especialmente fácil o la Lotería Nacional nos va a solucionar la vida.
Sin embargo, sí que creo firmemente que "quien busca, encuentra". Y yo, busco mi recompensa.
Y la he encontrado.
Miriam Carabajal es parte de mi recompensa.
No puede saber ella desde su rincón en la otra punta del mundo lo que la quiero y la aprecio. No puede saber lo que me acuerdo de ella y de la rabia que me da que sea tan complicado recuperarse de un cáncer de mama.
Qué sí, que lo importante es estar limpia... qué sí!!!
Pero sufrir la amputación de una mama es tremendamente duro... pero esta dureza se vuelve insufrible cuando el cuerpo la complica y surgen los problemas con las prótesis y/o se retrasa la preventiva contralateral y/o, como pasa en Andalucía, te dicen que reconstruir una mama es un tratamiento estético, no oncológico y te dicen que esperes 2 ó 3 años.
A Miriam la leo quejarse muy poco... A Miriam el karma la recompensará. No lo dudo.
Miriam tiene muchos dones, el que más me maravilla es que usa siempre bellísimas palabras para expresarse. Envidio la poesía con la que habla.
Miriam es mi "karma".
Hace años que me entregué a la causa oncológica. Planté mi semilla de bien. O al menos, con esa actitud inicié este blog. Y mi acción me regaló a Miriam.
Ayer pensó en mí para dejarme ser la primera en entrar en su mundo... y para mí ha sido un honor, pero, sobre todo, un privilegio porque no he visto nada más bello que lo que ayer me regaló.
Yo quiero animarla a que no abandone su proyecto. Que escriba, que lo que hace es muy especial, como ella.
Es difícil que un corazón tan grande pueda crecer más, pero no tengo ninguna duda de que poniendo el corazón en lo que se hace, éste órgano tan castigado por el cáncer de mama, crece y crece...
...y se hace más valiente.
Gracias a ella recuerdo que, a veces, sólo a veces, hay recompensa.
Gracias amiga.
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