martes, 29 de noviembre de 2016

Nadie...



Nadie alcanza la meta con un solo intento, ni perfecciona la vida con una sola rectificación ni alcanza la altura con un solo vuelo...

Nadie camina la vida sin haber pisado en falso muchas veces…

Nadie recoge cosechas sin probar muchos sabores, enterrar muchas semillas y abonar mucha tierra...

Nadie mira la vida sin acobardarse en muchas ocasiones, ni se mete en un barco sin temerle a la tormenta, ni llega a puerto sin remar muchas veces...

Nadie siente el amor sin probar sus lágrimas, ni recoge rosas sin sentir espinas...

Nadie hace obras sin martillar sobre un edificio, ni cultiva la amistad sin renunciar a sí mismo/a …

Nadie llega a la otra orilla sin haber ido haciendo puentes para pasar...

Nadie puede juzgar sin conocer primero su propia debilidad...

Nadie consigue su ideal sin haber pensado muchas veces que perseguía un imposible...

Nadie conoce la oportunidad hasta que ésta pasa por su lado y la deja ir...

Nadie deja de arder con fuego dentro de nadie...

Nadie deja de llegar cuando en verdad se lo propone…


Os siento.


miércoles, 16 de noviembre de 2016

Cómo decir...


Hola de nuevo. 

Estoy intentando sacar un hueco para escribiros. 

Estoy realizando un máster y son muchas horas de clases y hay mucho que leer y estudiar, de forma que me queda poco tiempo para otras tareas. Lo lamento mucho porque os tengo abandonad@s, así como tengo aparcadas algunas otras tareas. 

Prometo que acabo el artículo!!!! Lo acabo!!!!!! Voy a acabarlo!!!!! ✔✔✔✔✔

En fin, que me he decidido a escribiros porque un@ anónimo ha escrito en mi anterior post para preguntarme si la revisión fue bien.

Siiiiii!!!! Fue muy bien, un visto y no visto... Además, hay probabilidades muy altas de que me retiren el tamoxifeno muy pronto, al menos un tiempo!!! 

Así que... me toca esperar un poco más, pero muy ilusionada.

Ya os contaré. 

Ahora sólo me falta la revisión ginecológica. 

Sigo. 

Si me he decidido a escribiros en parte es por dar las gracias por preocuparos por mi y por desearme siempre cosas buenas...
Me enternece...

Gracias mil. 

Otra parte del motivo de escribiros es precisamente porque he empezado a estudiar de nuevo y bueno, estoy conociendo a muchísima gente, sobre todo, gente muy joven con muchas ganas de cambiar el mundo. 

Y ahí estoy yo en clase. 

Con mis rizos. 

Con mi pelo largo.

Con mis tetas de goma.

Con mi carnet de superviviente. 

Es súpersaludable diluirme entre el grupo... sentirme una más donde nadie sabe lo que he vivido y lo que he pasado...

Sin embargo, en muchas ocasiones, me causa tristeza porque me siento apagada. Como si guardara un secreto horrible que fuera hacer que todo el mundo dejara de hablarme o me fueran a repudiar.

Sí, ya sé. Es tremendamente exagerado. Lo es, sobre todo porque estoy rodeada de gente con muchos ideales y muy madura. 

Pero no dejo de darle vueltas a la idea de cómo informar en alguna circunstancia sobre mi relación con el cáncer de mama. Van pasando los días y vamos tomando confianza y surgen aspectos de nuestra vida privada. 

¿¿Cómo decirlo??

Me lo planteo bastante... Casi constantemente.

No sé cómo puede influir, no sólo en los demás, sino en mi y en mi estado anímico. 

Una quiere ser normal, pero en el mundo de las mastectomizadas. 

Ser normal con dos tetas menos y una sentencia de cáncer encima en el mundo de los normales y sanotes... eso no lo quiero porque me cuesta. 

No sé, es algo confuso. 

No sé cómo afrontarlo. 

No sé cuándo es el mejor momento para decirlo.

No sólo me pasa en esta clase de nuevos compañeros. Me pasa también cuando vuelvo a ver a alguien de mi pasado, un ex-algo: ex-amig@; ex-compañera del colegio; ex-compañero de trabajo; ... 

Siempre hay alguien que no sabes si lo sabe... Y cuando me pregunta ¿qué tal? ¿Cómo te ha ido? 

¿Se lo suelto? ¿Es necesario? 

No me gusta que me tengan pena, ni lástima... pero sí que me siento especial por todo lo que he logrado superar. 

Si consigues un título o apruebas una oposición... ¿No lo dirías?

Para mi, es algo parecido. Me siento orgullosa de cómo he salido de esta... O estoy saliendo. Me enfrento todos los días a mis miedos y a mis diablos. Y a veces, creo que no puedo con más sufrimiento y más esperas. 

Pero sigo adelante... 

Siempre digo que tener cáncer de mama no me ha hecho mejor persona, pero sí que me ha hecho sentir especial. 

En muchas ocasiones, muy a mi pesar porque no he dejado de buscar la normalidad... pero tengo muchas cicatrices que me impiden vivir la vida como una más en un grupo... Las mismas que me hacen tener cierta afinidad por personas cercanas a la discapacidad o por aquell@s que han sufrido una gran tragedia en soledad. 

Viviendo esta experiencia del máster más me doy cuenta de todo, aunque haya intentado engañarme a mi misma deseando la normalidad. 

No la quiero.

No soy una Ana mejor, soy una Ana distinta. Ya no tengo las mismas ilusiones, ni los mismos valores, ni las mismas inquietudes... 

Y quiero que lo sepa la gente.

Pero no sé cómo decir... 






miércoles, 9 de noviembre de 2016

Yo y mis revisiones



Llegó Noviembre y por fin, llegaron las dichosas revisiones!!! Digo por fin porque creo que todos los pacientes oncológicos coincidimos en que llega un momento en el que necesitamos ver a nuestros médicos y oncólogos. 

Yo a finales de Octubre pasé la revisión con el cirujano de mama. 

Todo bien y todo en su sitio. 

Ya me cita de forma anual, así que no regresaré hasta Octubre de 2017.

Bye bye.

Con esta revisión superada afronto la siguiente algo más calmada, pero no nos engañemos, donde se ponga un "estás estupenda" de tu oncólogo no se pone nada. No hay dinero en el mundo que pague esa sensación de libertad cuando te dice que estás bien.

Por eso digo que se hace necesario ver al oncólogo. 

El proceso es siempre el mismo: 

Le ves, te da el visto bueno, respiras, casi olvidas que has estado enferma de cáncer, se va acercando la revisión, te haces la analítica, empiezas a tragar saliva, recoges los resultados, los lees con los dedos cruzados, respiras si no sale ningún asterisco, pierdes el sentido cuando sale un asterisco, empiezas a sentir ansiedad por la cita, quieres ver a tu oncólogo para que te diga que todo esta bien, acudes a la cita, te vas relajando, te dice que todo bien o de esto no me preocuparía,... y vuelta a empezar. 

Esto, evidentemente, en el mejor de los casos y que salgas con nota de su consulta. 

Pues yo mañana veo al oncólogo. 

Es una cita importante para mí.

Voy a cumplir 3 años con el tratamiento con tamoxifeno y puede que algo cambie. 

No lo sé. Ni lo espero. 

Bueno, si lo espero, pero prefiero no darle muchas vueltas porque bastante se angustia una pensando en asteriscos como para ahora darle vueltas al tamoxifeno sí, tamoxifeno no. 

Yo confío en él y si me he encomendado a él como si fuera un santo, no voy a empezar a ahora a pensar por mí misma. 

Después me viene la cita ginecológica, que no os creáis que es menos importante para mi, precisamente porque tomo tamoxifeno. 

Últimamente me duele la barriga como si fuera a venirme la regla, así que unas veces creo que me va a bajar la regla, otras veces creo que algo va mal en mi útero o en los ovarios y otras veces, la verdad, creo que sencillamente necesito más fibra. 

Así es la vida de una superviviente de cáncer de mama en revisión. 

Un vaivén de sensaciones y de miedos. 

A veces, miedo a que me digan un día... 

Ya puedes hacer tu vida como una persona normal.

Por hoy os dejo. Ando liadilla, que he vuelto a las aulas y me pierdo entre apuntes y fotocopias. 

Sólo os pido que si mañana podéis, os acordéis de mi un momentillo y penséis que tener cáncer es una mierda, pero recuperarse de esta enfermedad es otra buena mierda... Así que, vamos a intentar disfrutar de la vida y de las personas que nos cruzamos en ella. De las buenas, claro. 


jueves, 3 de noviembre de 2016

No me iré mañana... no sin nadie más que conocer


NO ME IRÉ MAÑANA
(Antonio Vega)

Hoy he visto caer a trozos 
la barrera del sonido, 
y brotar de entre los escombros 
horizontes hasta ayer prohibidos. 

Caminos hacia el frío 
calor futuro. 

Hoy he visto lanzar la flecha 
y llover fuego del cielo, 
recordando que del espacio 
el principio-fin está en el suelo. 

He sentido como ruge el mar 
y la tierra abrirse de par en par, 
un abismo que sonrie e invita a entrar 
en un juego sin legalizar. 

No me iré mañana 
no sin antes algo más que ver, 
no me iré mañana 
aun es pronto para envejecer, 

No me iré mañana 
no sin nadie más que conocer... 

Caminos hacia el frío 
calor futuro, 
mirar este mundo en paz 
y nunca de reojo más.