Llegó Noviembre y por fin, llegaron las dichosas revisiones!!! Digo por fin porque creo que todos los pacientes oncológicos coincidimos en que llega un momento en el que necesitamos ver a nuestros médicos y oncólogos.
Yo a finales de Octubre pasé la revisión con el cirujano de mama.
Todo bien y todo en su sitio.
Ya me cita de forma anual, así que no regresaré hasta Octubre de 2017.
Bye bye.
Con esta revisión superada afronto la siguiente algo más calmada, pero no nos engañemos, donde se ponga un "estás estupenda" de tu oncólogo no se pone nada. No hay dinero en el mundo que pague esa sensación de libertad cuando te dice que estás bien.
Por eso digo que se hace necesario ver al oncólogo.
El proceso es siempre el mismo:
Le ves, te da el visto bueno, respiras, casi olvidas que has estado enferma de cáncer, se va acercando la revisión, te haces la analítica, empiezas a tragar saliva, recoges los resultados, los lees con los dedos cruzados, respiras si no sale ningún asterisco, pierdes el sentido cuando sale un asterisco, empiezas a sentir ansiedad por la cita, quieres ver a tu oncólogo para que te diga que todo esta bien, acudes a la cita, te vas relajando, te dice que todo bien o de esto no me preocuparía,... y vuelta a empezar.
Esto, evidentemente, en el mejor de los casos y que salgas con nota de su consulta.
Pues yo mañana veo al oncólogo.
Es una cita importante para mí.
Voy a cumplir 3 años con el tratamiento con tamoxifeno y puede que algo cambie.
No lo sé. Ni lo espero.
Bueno, si lo espero, pero prefiero no darle muchas vueltas porque bastante se angustia una pensando en asteriscos como para ahora darle vueltas al tamoxifeno sí, tamoxifeno no.
Yo confío en él y si me he encomendado a él como si fuera un santo, no voy a empezar a ahora a pensar por mí misma.
Después me viene la cita ginecológica, que no os creáis que es menos importante para mi, precisamente porque tomo tamoxifeno.
Últimamente me duele la barriga como si fuera a venirme la regla, así que unas veces creo que me va a bajar la regla, otras veces creo que algo va mal en mi útero o en los ovarios y otras veces, la verdad, creo que sencillamente necesito más fibra.
Así es la vida de una superviviente de cáncer de mama en revisión.
Un vaivén de sensaciones y de miedos.
A veces, miedo a que me digan un día...
Ya puedes hacer tu vida como una persona normal.
Por hoy os dejo. Ando liadilla, que he vuelto a las aulas y me pierdo entre apuntes y fotocopias.
Sólo os pido que si mañana podéis, os acordéis de mi un momentillo y penséis que tener cáncer es una mierda, pero recuperarse de esta enfermedad es otra buena mierda... Así que, vamos a intentar disfrutar de la vida y de las personas que nos cruzamos en ella. De las buenas, claro.
espero que todo saliera bien. Disfruta de la vida, lo mereces
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