Escribir esta entrada cuando no me siento el dedo índice de la mano izquierda, pero siento dolor por triplicado en el brazo, puede que desvirtúe un poco el mensaje inicial del "post" (dedicado).
Hoy me acerco al blog momentáneamente. De hecho, le estoy quitando tiempo al Betis para escribiros.
Llevo tiempo con esta entrada medio planteada, pero hoy he visto un vídeo en Youtube que explica por si solo lo que yo no sabría explicar con miles de palabras. De hecho, no lo consigo explicar.
Acá os dejo el enlace, y os recomiendo que lo veáis antes de seguir leyendo.
Voy poco a poco.
Despacito.
Hace unos años si alguien me hubiera preguntado que ordenara por preferencia si salud, dinero o amor para ser feliz... habría dicho sin dudar... SALUD, SALUD Y SALUD.
Lo mismo os choca mi respuesta si me lo preguntan ahora..., pero no diría lo mismo, y lo tengo claro.
Desde luego no quisiera vivir debajo de un puente, ni que me faltara mi Anto o el calor de mi familia... ni quiero tener cáncer, ni que me duela el puto brazo...
Pero si ahora me lo preguntaran, no contestaría SALUD, SALUD, SALUD.
No he tenido salud... y no me he considerado más infeliz que ahora. Ni más feliz tampoco.
La felicidad no la conseguirás ordenando factores... Todos son importantes, pero no pasa nada si tu mesa esta coja.
Puedes ser feliz... a ratos, como todos.
Es que las opciones no deberían ser esas...
Prosigo....
He visto este vídeo.
He llorado al verlo.
He llorado cuando le contaba a Anto que lo había visto.
Y sigo llorando cuando lo recuerdo.
Verlo me ha ayudado a saber cuál sería mi primera opción... tener un corazón gordote.
Con un corazón gordote el amor está en todas partes, en "un mecadillo mu gande mu gande", en un whatsapp a deshoras, en un libro que te recomiendan,...
Con un corazón gordote, llevas mejor no tener un chavo... porque sabes que lo importante no es lo que no tienes, sino lo que no necesitas. Y no se necesita mucho.
Con un corazón gordote, la salud o mejor dicho, la ausencia de esta se tolera mejor. Se lucha más. Se siente todo más.
Así que sólo hay esa opción... quiero un corazón gordote.
Quiero ser feliz con tan poco como este hombre. Y que ese "tan poco" complete mi vida.
Este hombre con 66 años jamás vio el color verde de las hojas de los árboles, pero lo que es peor, nunca vio el color rojo de su sangre... Esa que nos recuerda que estamos vivos,... que si sangras y duele... aún estás vivo!!!
A mi si me dieran a elegir diría... quiero que se me haga un sueño realidad!!! Sólo uno!!! Uno pequeñito... basta con eso!!! Que sea un regalo!!!
Hoy me duele mucho mi brazo izquierdo.
Pero yo he llorado mucho hoy.
Se compensa.
Antes de irme a descansar un poco, que falta que me hace, quiero dedicar unas líneas a l@s tostadas que me leen desde México.
Que la Tierra tiemble, que el miedo ruja,... que los corazones latan.
Mucho ánimo y mucha fuerza.
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