martes, 9 de junio de 2015

Marcados de por vida

Tras unos días intensos, propios de una boda muy esperada, vuelvo al blog. 

Hoy me había propuesto escribir ya que estos días han estado llenos de momentos dulces, pero que traían recuerdos amargos: 

Me casé hace algo más de dos años. Recuerdo aquel día siempre sonriendo porque en todas las visiones de mí misma vestida de novia estoy riéndome. 

Pero ese día tenía cáncer.

Y aunque no lo sabía, sabía que tenía un bulto en mi pecho que ya empezaba a preocuparme.

No puedo evitar recordarlo. 

Siempre pienso que nosotros, Anto y yo, también teníamos derecho a vivir esos días con plena felicidad y haciendo realidad aquellos planes que durante los años de noviazgo habíamos hecho. No pudo ser y 3 meses más tarde yo estaba enganchada a un gotero y nuestras prioridades cambiaron de golpe. 

El cáncer ha dejado en mí una gran sensación de pérdida, que hace acto de presencia algunos días. 

¿Qué siento que he perdido?
  • Perdí mi primer año de casada entre sesiones de quimio, noches en vela, dolores, rabia, amargura, fatiga, llagas,...
  • Perdí mis tetas.
  • Perdí algunos sueños que quería realizar junto a mi Anto, que puede que nunca se puedan cumplir.
  • Perdí vida laboral, de forma que hay mucho tiempo en blanco en mi CV.
  • Perdí amigos y amigas en el camino. 
Pero estos días lo que más siento que he perdido son buenos recuerdos de mi boda y mi viaje de novios porque en ellos ya estaba el cáncer alojado en mí. 

Y ya no podré recuperarlos. Nunca. No hay marcha atrás. Habrá otros buenos momentos. De hecho, todos los días lo intento...y los enfados no nos duran mucho porque ya hemos perdido mucho tiempo luchando contra un enemigo terrible, como para perder el tiempo con riñas.

Siempre lo hago, sustituyo mis pérdidas por otros buenos momentos, en compañía de mi Anto y de grandes amigos y amigas, que estuvieron y están. 

Estos días me preguntaron de nuevo si ya estaba recuperada... A ver como explico esto, de nuevo: Nunca podré recuperarme porque nunca seré la misma. Ni por fuera, ni por dentro. Esto no es un resfriado, ni un esguince, ni una herida mal curada... 

Y días como hoy deberían serviros a los sanotes para conocer la realidad del cáncer. ¿Por qué digo en días como hoy?

Hoy Pedro Zerolo nos dejó después de luchar contra un cáncer de páncreas. Luchó hasta el final y su actitud durante todo este tiempo para mí ha sido ejemplar. Lástima que no pudiera recoger su acta de diputado en la Asamblea de Madrid, porque se lo curró hasta el final. Igual que el padre de Susana. Que hoy supe que se le complicó de nuevo la vida y esta lucha es una lucha de Gigantes. 


Pedro Zerolo se marchó siendo un ejemplo para todos, pero sobre todo para los que sobrevivimos al cáncer o lo intentamos con todas nuestras fuerzas. 

El cáncer nos marca a todos los que lo sufrimos y sobrevivimos, porque sentimos tantas pérdidas que duele en el alma tener que ser agradecidos por seguir teniendo la oportunidad de vivir. Por eso nunca nos recuperamos. La pérdida de Pedro Zerolo nos recuerda a todos que el cáncer no discrimina entre edad, género, orientación sexual,... ni respeta los momentos importantes de tu vida para no estropeártela. 


Es tremendamente duro tener que agradecer que tenemos vida por delante Es un ejercicio de humildad y voluntad, ejercicio que durará toda mi vida y que suspendo en numerosas ocasiones. 

Sé que el que cree que te has recuperado por tu buen aspecto no es consciente de lo que pregunta, pero hay ocasiones en las que creo que deberían sentirse agradecidos de que no les contestemos una fresca...porque yo también tengo mis día grises y mi paciencia no es infinita con todo el mundo. Sobre todo con quien no se lo merece. 

Creo que estoy siendo clara y sincera. Mucho. 

Si estáis sanotes y sabéis lo que es perder algo realmente importante, me entenderéis al 100%.
Los que estéis sanotes y penséis que los enfermos de cáncer nos recuperamos, y después de leerme, sigáis pensándolo... También habéis perdido algo importante en vuestra vida: el sentido y la sensibilidad. 

Hoy es martes 9: hace 2 años y 3 meses que me casé. Hoy hay cosas que celebrar... porque hacen falta nuevos recuerdos.

La canción que viene hoy a mi mente y que le quiero dedicar al papá de Susana creo que es una de las mejores canciones que se han escrito en España... escrita y cantada por uno de los mejores autores (y voces) que hemos tenido en este país...que también nos dejó por el cáncer.



Creo en mis mis tonterías...  

No hay comentarios:

Publicar un comentario