jueves, 24 de septiembre de 2015

Oncoamuletos y muchos santos

 Buenos días:

He sacado un huequillo esta mañana para dedicarle al blog. Ahora, al estar parada, tengo bastante más tiempo para dedicarle, lo que no significa que lo haga y, sobre todo, que el tiempo que le dedico sea productivo.

Ya sabéis. Yo soy de las de más vale al menos intentarlo

Hoy, ordenando la casa me he dado cuenta de la cantidad de recuerdos que se esconden en los objetos de mi casa. Me estoy refiriendo a oncorecuerdos. Si estás pasando por un cáncer de mama me entenderás y estarás comprobando en tus propias carnes que la gente, no sólo te quiere, sino que te lo demuestra y, en muchos casos, de forma material.... Vamos, que te hacen muchos regalitos. A veces, son pequeños detalles, que yo, concediéndoles poderes mágicos, los llamo amuletos.

A mi me regalaron miles... y a todos ellos, en menor o mayor medida me aferré para curarme. Aún me aferro, para sobrellevar los momentos difíciles.

No es nada raro en mí porque soy de esas personas que tienen bastante apego a las cosas materiales... A ver, entendedme bien. No quiero decir que sea materialista. De hecho, siempre me ha bastado con lo que he tenido ni he envidiado tener más... aunque no he renunciado al sueño de ser millonaria y no tener preocupaciones de cómo pagar la hipoteca. No soy materialista, pero no soy tonta... o al menos, intento no serlo. 

Cuando digo que le tengo apego a las cosas materiales me refiero a esa pulsera que me regaló mi madre, o esa casita-chimenea que compré en Londres, o ese muñeco que lleva toda la vida conmigo. Si la pierdo, lloro. Si se rompe, lloro como una magdalena. Si no lo tengo conmigo, ¿a quién le lloro?

Helena
Antes de caer enferma, pasé por una época complicada, económicamente hablando. Trabajaba en la Fundación CENTA y estuvimos una temporada, muy larga, sin cobrar o cobrando a cuentagotas. Mi hermana, que es más creyente que yo, me regaló una medallita de la Virgen Macarena. Que me acompañó durante ese tiempo. La llevaba en mi monedero, para recordarme cada vez que abriera el monedero, lo que es realmente importante.

Cuando me senté en esa butaca de quimio el 6 de Junio del 2013, también me acompañaba. Y... era impensable que se me olvidara en las demás sesiones. Bueno, se me olvidó en la última, pero esa ya estaba chupada!!!! 

Os cuento este rollo, sobre todo, a las que vais a pasar por un cáncer de mama o estáis pasando por él, porque en este camino, no os engaño, hace falta ser fuerte y valiente, pero, lo más importante que debéis saber es que os harán falta algunos bastones para apoyaros. 

Mis bastones, además de todos los que me apoyaron, que no los cambio ni por todo el oro del mundo, eran estos pequeños regalos que me hicieron...porque en la soledad de mi enfermedad, ellos "mágicamente" me concedían un bonus de energía más. Me acordaba de la persona que me lo había regalado y ya no me sentía sola. Ni triste. Ni enferma. Bueno, enferma sí, pero menos. 

Entre los regalines, destacaron mucho los santines. Mi mesa de noche era un altar, que ni un torero. 


Ya os digo que no destaco en ser la más creyente del mundo mundial, sobre todo, porque creo que la Virgen de Setefilla no me ha echado muchas manos, ni la Macarena, pero tampoco les echo la culpa y como quién me las regalaba, sí que creía, su fe se volvió la mía. Y en cada estampa, estaba esa persona y su deseo de que me recuperara....Gracias. Me he recuperado. O en ello estoy.

Esto me recuerda que no quiero pasar sin deciros una cosa: 

Por favor, NUNCA NUNCA NUNCA penséis que esto del cáncer es una prueba divina para hacerte más fuerte. 

Si existe Dios, te quiere... y no te desea ningún calvario. Él, entiende de calvarios. No los quiere para tí. Dios no tiene nada que ver con la enfermedad que tienes. Si te digo que si eres creyente, estás de enhorabuena, porque búscalo, te dará consuelo. 

Hoy, esta entrada quiere hacerle un homenaje a mis oncoamuletos... pero no por lo que valen, sino por las personas que se esconden detrás de ellos. 

En mi Instagram, están todos... Acá os dejo algunos...

Oncoamiga, aférrate a los que te quieren. Aférrate a cada momento de felicidad... Guarda los recuerdos de este momento tan difícil, guárdalos como te digo, en pequeños objetos... Serán tu fuerza para continuar por la esperanza que vive en ellos. Cuando te recuperes, que te vas a recuperar... Te servirán para que nunca olvides lo valiente que eres... y que puedes con todo!!!! 

Gracias herma....
Quizá, el regalo más difícil.
Gracias por querer a Anto....



Gracias Paqui... aún recuerdo cuando lo recibí...
Y lo que lloré.
Gracias por estar ahí, tan lejos, pero tan cerca.

Gracias Titos, por las plantas, los dulces...
Ainss, esas tortas de aceite!!!
Por mi fofucha, que es más guapa que yo.
Mil gracias por endulzarme la vida



Gracias mamá... Siempre.
Mi pulsera de chicas fuertes...


Gracias Julio y Vane.
Juva apareció en mi habitación recién
abría los ojos...
Y sonreí.

Y no podía faltar...
Gracias Leonas.
Leona apareció en mi vida cuando empecé a volar sola...
Con vuestra ayuda...
                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                               


miércoles, 16 de septiembre de 2015

Nuevos cambios

Buenos días, algo ventosos y nublados hoy por Sevilla. Señal de que el Otoño ya está aquí. Ese maravilloso Otoño que siempre celebraré.

En estos días ando de nuevo con mis revisiones médicas. La revisión ginecológica la he superado con nota, que para mí significa que estoy normal!!!! Hacía muchos muchos muchos meses que todo eran quistes y un endometrio cuyo tamaño excedía de lo normal. Nada patológico, pero influye psicológicamente. Así que salir de la consulta de la ginecóloga más seria del mundo mundial con un veredicto de "normal" y "estoy contenta" es un hito a recordar durante mucho tiempo.

La siguiente cita médica ha sido el oncólogo, mi maravilloso Dr. Virizuela. Fue una consulta de esas de evaluación para mandarme las pruebas que él considere. Salí como siempre riéndome, pero esta vez muy satisfecha porque también me hizo sentir normal. Que todo lo que me pasa es normal. Mis pensamientos catastrofistas cuando me tiro semanas con dolores de espalda, normales. Normales para esta menopausia galopante que me han provocado de la noche a la mañana. Creí que lo peor eran los sofocos y mareos, pero llevo bastante tiempo con dolores de piernas y ahora de espalda. Anoche sin más, casi no pude dormir del dolor de piernas. Calambres. 

Sin embargo, lo que más normal me hizo sentir fue que él entendiera y pusiera las palabras justas a lo que vengo sintiendo y que últimamente me abruma. Si él acertó a expresar lo que siento es que todos y todas las que pasamos por un cáncer, tenemos que superar lo mismo y todos y todas nos sentimos igual. Y el Dr. Virizuela entiende mucho de cáncer, pero creo que entiende más de cómo hacernos llevar esta enfermedad. 

Cuando crees que acaba todo, llega algo nuevo, y cuando lo superas, aparece algo nuevo... y así hasta... no sabes hasta cuándo.

Cuando acabé la quimio, exhausta, venga ya acabó todo. Pero llegó una mastectomía bilateral y con ella un suplicio aún mayor que me llevó tiempo y esfuerzo superar. Cuando me empecé a recuperar, yo me dije a mi misma, ya está, lo que queda es ir a mejor. Y sí, es cierto, he ido a mejor. Y tanto. No me quejo. Sin embargo, llegó el tamoxifeno. Y con él, dolores de cabeza, dolores en las articulaciones, fatiguitas, sofocaciones, ... Y cuando ya todo estaba controlado, me llegó el "jeringazo" de Zoladex, que ya ha acabado conmigo. Me duelen todas las partes de mi cuerpo, paso de los sofocos más angustiantes a la hipotermia más polar del mundo...

Vamos, que estoy en fase de no me aguanto ni yo. 

Y lo peor, ¿qué viene después? Así que cruzo los dedos y me digo a mi misma "que me quede como estoy". 

Pero como todo en la vida de una oncopaciente es una evolución... a mí me toca dar el siguiente paso y no, no voy a quedarme como estoy. 

He decidido acabar la reconstrucción... Y de eso os quiero hablar. 

¿Qué me falta de la reconstrucción? Pues precisamente lo que las compañías de seguros no consideran reconstrucción... Las areolas mamarias. Es de locos. Yo el 23 de Octubre del 2013 tenía tetas, pezones y areolas. A fecha de hoy tengo tetas y pezones, pero no areolas. Y Sanitas (y todas las compañías) te dicen que eso de las areolas es estético. Tracatrá. Tu puta madre, con perdón. Pero es injusto. Yo no me hago esto por estética. Me lo hago porque unas tetas tienen areola. Así de simple. No me voy a hacer la depilación láser. 

Es superinjusto, pero es lo que es. Así que, por recomendación de mi cirujano plástico he recurrido a una clínica estética en la que realizan la técnica de micropigmentación 3D. Os lo digo, es la consulta más surrealista que he tenido, en la que me han enseñado muchas tetas... Tetas reconstruidas. Sin pezón ni areola y, el después, con pezón y areola. La verdad que hacen virguerías. Parecen, pero no son. Pero, en esta sociedad que abusa de los retoques y del photoshop, parecer esta bien. 

Cómo somos las mujeres, yo iba viendo fotos y decía, uy... las mías están mejor. Menos en un par de ellas, que a la chica le había quedado geniales. Salí pensando, si mis leonas hubieran estado conmigo en la consulta hubieran estado pensando lo mismo que yo. Y me sentí normal, pero ha dado pie a una reflexión posterior. 

Aún no tengo cita para hacerme la micropigmentación 3D (me encanta decirlo así)... Pero en cuanto acabe mis citas médicas, me la haré. Mi objetivo es llegar a mi 2º cumplevida con todo el trabajo acabado. 

La semana que viene tengo más médicos. Y un nuevo pinchazo de Zoladex. Y todo eso combinado con la búsqueda de empleo. Y encima, estar de buen humor.

Para acabar la entrada quería hacer una pequeña reflexión con la controversia que existe hoy en día en las redes sociales con enseñar tetas y pezones. No os hablo ya de una madre dando de mamar. Eso es impensable. Creo que recientemente a Nuria Roca en Instagram le censuraron una fotografía en la que se veía la sombra de su pecho y su pezón erecto.  


Mi opinión al respecto es que Instagram puede hacer lo que considere oportuno, pero como usuaria de esta red social, me harto a veces de ver culos y fotografías bastante subiditas de tono. La sombra de la teta de la Roca a mí no me ofende. Ni me incomoda. Ni la considero pornográfica. 

Lo que si me provoca una fotografía tetil catalogada como innecesaria (no artística por ejemplo)... es que las mujeres con tetas deberían ser más conscientes de lo liviano de la belleza. Que no es que el que pecho se te ponga en el ombligo con la edad, sino que un día, puedes parpadear y ya no estarán allí. 

Deberíamos ser más conscientes de que la belleza no sólo está en la juventud y en un cuerpo bonito y esbelto (que evidentemente es algo muy bello), de que una mujer de cuarentaytantos que tenga las tetas bien puestas no le de tanta importancia como para poner la foto de la sombra de su teta y aumentar su autoestima, porque su belleza igual que viene, se puede ir... 

Así que, a todas las mujeres que en muchos casos no nos sentimos tan orgullosas de nuestro cuerpo, para que aprendamos a valorarnos más independientemente de nuestras tetas, culos y arrugas.



 Feliz miércoles.


viernes, 11 de septiembre de 2015

Mis idas y venidas


El tiempo pasa y la vida sigue... es lo que se suele decir, ¿no? 

¿Quién soy yo para desmentir eso? 

Nadie. Sin embargo, creo que tengo pruebas de lo contrario. Cuando has pasado por un cáncer de mama sientes que la vida se para, bueno no, no la vida en general, la vida ya hemos dicho que sigue, la que se se para eres tú y la tuya contigo, so tonta. 

¿A quién se le ocurre ponerse enferma? 

Cuando empecé a recuperarme de la operación y empecé a tener algo más de valor para hacer cosas sola, me pasaba lo siguiente continuamente... Me abstraía del mundo. 

Para que entendáis lo que quiero explicaros os describo:

¿Habéis visto alguna película en la que el/la protagonista de repente se queda parado fijando la mirada y el mundo que le rodea sigue su curso, sin pararse y todo avanza mientras que él o ella parecen visualizar una solución?

Pues eso mismo... todo el rato.

Yo podía estar dando un paseo, que oía una risa y mi mundo se paraba. Me quedaba absorta en mis pensamientos y me planteaba, ¿¿yo podré volver a reírme así?? Y yo me movía, seguía caminando, pero como a cámara lenta.

Iba en el autobús (que me costó la misma vida volver a coger un autobús yo sola, por el miedo a los golpes y porque yo necesitaba los asientos reservados mucho más que esas viejotas que me miraban tan mal por estar ocupándolo), y miraba a la gente, de nuevo absorta en mi pensamiento, ¿la gente que me rodea será consciente de la suerte que tienen de estar sanos? 

Así os podría aburrir con miles de situaciones en las que mi mundo se ha parado, pero no el vuestro. Y, seré egoísta, pero duele. Mucho. 

Esa sensación, afortunadamente, la perdí hace tiempo. Siempre lo he achacado a los efectos neurológicos de la quimio, precisamente porque acabó por desaparecer. Sin embargo, últimamente he recuperado en parte esta capacidad de aislarme del mundo en un momento y darle vueltas en mi cabeza a la pregunta de turno...que se ha vuelto en los últimos días la misma, siempre....

¿por qué tuvo que ocurrirme a mí?

Estoy en mis idas y venidas, que el cáncer me ha regalado. Así que, sé que no debo. Que no deben plantearse preguntas que no tienen respuesta. Pero es lo que hay. El Zoladex me tiene tan dolorida últimamente que me parece caro lo que tengo que pagar por estar sana. Así que, me da a mí que me lo plantearé mil veces más (ojalá sólo me dure lo que me dure el tratamiento) porque es injusto como la vida sigue para todos los sanotes, pero para nosotras, las supervivientes, la vida se paró y simplemente nos dejamos llevar cual marioneta confiando en que quien mueva nuestros hilos, sepa lo que está haciendo. 

Una hace sus esfuerzos... para moverme más rápido que el que maneja mis hilos...Así parece que tengo el control, control de mi vida, ese que perdí cuando me diagnosticaron cáncer. 

A veces, lo consigo, tracatrá, pero otras, caigo sobre mi misma, con la cabeza gacha, algo triste porque acabó la función, pero como creo en las tostadas que caen boca arriba, tengo la esperanza de que empiece la siguiente sesión.

Feliz fin de semana... 

Se os quiere. 

jueves, 3 de septiembre de 2015

No estamos solos. No estáis solos.

Hoy, como muchos de vosotros, me he levantado leyendo distintas noticias sobre la tragedia siria y de miles y miles de refugiados. También, como muchos de vosotros, he llorado.

No es este el espacio para política, de la que entiendo bien poco, pero sí creo que éste, mi pequeño rincón, es un espacio donde cabe la humanidad. Donde caben todos los huidos y todos los que sienten miedo. Porque ante el miedo, todos somos iguales. Y yo sé lo que es el miedo. A morirme. 

Alguna vez os he contado que desde que el cáncer de mama entró en mi vida (sí, CÁNCER, no UNA LARGA ENFERMEDAD), mi sensibilidad hacia los más chinijos se agudizó bastante. Tener cáncer es una mierda, pasar por una quimio, una tortura larga, dolorosa y cíclica. Que mata muchos sueños. No se me ocurre nada más cruel por lo que pueda pasar un niño. 

Hasta ahora.......

Pensar que hay miles de niños que pasan por esta puta enfermedad y, a pesar de todo, mantienen una sonrisa y un sueño, me inunda el corazón de lágrimas porque no, no deberían pasar por esto. Porque el cáncer es una enemigo feroz al que te tienes que enfrentar solo (por muy rodeado y apoyado que estés), porque tienes miedo todo el tiempo y lo peor, para siempre. Porque ese miedo se aloja en cualquier rincón de tu cuerpo y está listo para asustarte de vez en cuando, aunque sólo sea un miedo irracional y sepas que estás limpio. 

Los niños de Siria tienen miedo, como sus familias, y huyen buscando una oportunidad, cualquiera. Y desgraciadamente, muchos pierden todos sus sueños de golpe, en la orilla de una playa. A una edad en la sólo deberían entender de juegos y de risas, se enfrentan a miles y miles de km de huida, a mafias que trafican con personas y, en fin, a la muerte. 

Vienen buscando una vida mejor en Europa, de la que nos quejamos tanto. ¿Cuándo nos hemos vuelto tan señoritos? ¿Cuándo se nos ha olvidado que hay hambre, guerras, violaciones, muertes en el mundo? 

¿Cuándo empezamos a mirar hacia otro lado?

Es curioso cómo la vara de medir es distinta: si te vas fuera de España a buscarte la vida hoy en día eres un héroe nacional y si alguien, desesperado, se viene a buscar la vida acá, es una molestia. Un problema. La verdad es que hasta para nacer hay que tener suerte y nacer en España es un privilegio, unos cuantos grados más al sur y sabríamos lo que es cruzar un mar y tener miedo. De morir. 

Yo sigo pensando en esos locos bajitos que tienen miedo. Que se enfrentan solos al miedo. Enfermos de cáncer o refugiados tienen a unos padres muertos de miedo, que sólo sueñan con que pase todo y puedan seguir disfrutando de sus hijos... y verlos crecer. Los que seáis padres tenéis que temblar cuando veis ciertas imágenes. Uno no sabe si es acertado que las pongan porque atentan contra la dignidad de esos niños, pero es evidente, que sólo cuando nos muestran la cruda realidad de la guerra y la inmigración, nos involucramos. Y es ahí cuando es acertado poner esas fotos. O eso creo yo.

Gracias a esa foto hoy sé que la guerra en Siria "expulsa" del país a diario a 6000 personas. Mi problema no es dónde acogerlas, para eso están los políticos a los que les pagamos muy bien, para que no tengan que huir a otros países. Mi problema es acogerlos y aceptar que vengan a Europa. Que esos locos bajitos sonrían de nuevo y que sepan que si han perdido sueños en el camino, acá podrán crear sueños nuevos, junto a sus familias. 

Mi amiga Blanca hoy ha publicado en su red social la siguiente fotografía de una playa: 


Un mensaje sencillo, pero profundo. Los niños, todos, debería estar jugando y creciendo sin miedo. Que es lo que los hace niños. 

El cáncer infantil desgraciadamente no se puede evitar, o no está en nuestra mano. Evitar una guerra que dura ya más de 4 años, creo que sí debe estar en manos de alguien. 

Esta entrada de hoy es por el miedo... porque sigo sintiendo miedo. Y no se lo deseo a nadie.