martes, 13 de septiembre de 2016

Lo que SÍ puedes hacer...

Retomo el blog para hablaros de Abdellatif Baka. 

Sí, ya sé, no es muy original el tema, pero es que he aprendido una lección muy grande con él estos días atrás.

Abdellatif Baka es un atleta paraolímpico. Vamos, que tiene una discapacidad, pero él corre. ¡¡¡¡Vaya si corre!!!!

Imagino que muchos de los que estáis ahora leyendo esto no sabéis quien es. Lo mismo sí porque ha salido en prensa y en los telediarios... 

¿Por qué? 

Porque ha ganado una medalla de oro en los Juegos Paraolímpicos de Río. No por eso ha salido. No. No interesa tanto eso. Si ha salido en prensa es por titulares como este.


Mirando un poco las noticias, este atleta no sólo ha ganado y ha batido el récord.. sino que le hubiera ganado hace un mes al campeón olímpico de la categoría. 

Abdellatif Baka tiene una "leve" discapacidad visual y aún así... hubiera superado a un campeón olímpico!!!! 

¿¿¿¿¿No os parece grandioso?????

A mí me parece grandioso que cualquier persona con una discapacidad... más leve o más incapacitante, practique deporte y no sólo eso, acuda a unos Juegos Paraolímpicos. A mí me ganarían todos, en todas las competiciones probablemente. Sobre todo en la piscina, que yo soy peso-plomo. 

Yo es que me quedo sin palabras. 


Le miro y remiro y digo... este chico no sólo corre, corre porque va más allá de su cuerpo. Busca la superación personal y eso le ha convertido en un atleta tan bueno, que es mejor que el atleta de 1500 que ganó el oro. 

Pero no es que este chico sea de una pasta especial... es que el segundo, el tercero y creo que hasta el cuarto, habrían ganado al oro olímpico en Río.

¿Qué pasará por la cabeza de Mathew Centrowitz, que es el que mira en su sofá de casa la medalla de oro ganada? ¿Con qué cuerpo va a entrenar todos los días ahora?

Porque chico... a mi me daría que pensar que podría haber dado más...

Traigo a este atleta al blog porque si de algo me gusta hablar acá con vosotras es de superación. 

Durante muchos meses me sentí incapaz, me sentí inválida, me sentí una carga,... No tengo reconocido ningún grado de discapacidad porque no lo he solicitado. Aún. Seguramente no será más de un 12-15%, porque yo he recuperado toda la movilidad de mis brazos, pero siento dolor y calambres constantemente y debo recurrir a la medicación. 

Eso no me ha impedido que vuelva a mi vida común, incluso a veces me molesta que me ayuden. 

YO PUEDO. ¿NO LO VEIS? - Gritaría al cielo en ocasiones. 

Nunca he pensado en correr los 1500, pero no corro porque no me gusta. No porque no pueda. Puede que no gane a nadie, puede que me tuvieran que esperar más tiempo en meta de lo estipulado como normal, pero si quisiera, lo haría. 

Porque he aprendido que todo es querer. Sobre todo, las cosas físicas, vaya. Yo por mucho que quiera ser alta y sueca... En fin, eso no está en mis manos. 

Tampoco está en mis manos tener unas tetas naturales, que se muevan o que engorden o adelgacen conmigo. Tengo una tetas que son distintas. A veces me molestan mucho. Sigo sintiendo gran tensión muscular, pero cada día más, pienso, mis tetas están mejor que algunas naturales. Sólo que las mías están atravesadas por dos cicatrices y dos tatuajes. ¿Eso es malo? Ya no es algo que me haga sentir mal. No me impide ser yo misma, ni hacer lo que quiera. 

Cuando salí de la consulta del cirujano con la noticia de que iba a perder las dos tetas, le dije a mi madre, tengo dos noticias, una buena: que mis tumores han desaparecido en la resonancia. Y otra mala: voy a perder los pechos. Mi madre no supo qué decirme y para que ella no se sintiera mal acerté a decir: "peor sería que me quitaran una pierna". 

Esto ya creo que os lo he comentado anteriormente. No creo que lo malo esté en la pérdida de una extremidad o de un pecho... Lo malo está en la pérdida de la autoestima, de considerarnos inválidos. 

Una ve a los deportistas de los Juegos Paraolímpicos y sólo soy capaz de ver personas extraordinarias que están haciendo algo que ni en sueños la mayoría seríamos capaces de soñar hacer. 

Es tan simple como, si quieres, puedes. Te va a costar un huevo, pero poder puedes. Puede que no consigas un récord, puede que te duela, puede que hasta abandones,... pero poder, puedes. 


Yo no voy a correr. Porque no quiero. Me canso. No porque no pueda. Es que soy vaga. Así de sencillo. Pero sé que puedo. De hecho, lo hice con los expansores puestos y con dolor de espalda. Quise y lo hice. 

Todo es un acto de voluntad y esfuerzo. 

A unos les cuesta más y a otros menos. Unos parece que nacieron con un don y otros somos unos negados, pero poder podemos. Por eso unos ganas oros en las Olimpiadas y otros llegan a la meta en otras carreras populares. 

No sólo hablo de correr. Hablo en general de nuestros sueños. Muchos veces nos boicoteamos nosotros mismos con "no puedo", "es imposible", "es que yo lo intento y nada", "no estoy preparado"... excusas y excusas que nos buscamos para no hacer las cosas que sabemos que deberíamos hacer... que nos brindarían un poco de felicidad a nuestros días. 

Yo he aprendido de Baka que las excusas no te hacen ganar nada en la vida. Y que si quiero algo, hay que intentarlo. 

Con todo lo mejor que tengamos. 
Con tetas o sin ellas. 
Con dolor o sin dolor. 

¿Para qué estamos en este mundo?


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