lunes, 9 de junio de 2014

La tostada boca arriba

Lunes... 

Para quien no lo sepa, soy de esos "bichos raros" a los que los lunes les gustan... Siento la energía de haber descansado o disfrutado del fin de semana!!! 

Los lunes ahora los empiezo haciendo alguna lista que otra (la mitad de las cosas siempre se quedan pendientes). Hay tantas cosas qué hacer!!!! Desde hace meses, también este blog.

Como quiero darle cierta prioridad, acá ando sentada organizando ideas en la cabeza para encontrar las palabras más o menos adecuadas que las resuman y puedan parecer interesantes.

Desde hace tiempo quiero hacer un post sobre el título del blog, sobre por qué elegí ese título.  Lo elegí porque siempre intento hablar de optimismo y de que hay que sonreír y a que..............

La tostada boca arriba
¿¿¿¿Siempre aparece una enorme sonrisa y nos invade una sensación placentera cuando la tostada cargadita de alimento mañanero se te cae de la mano sobre el plato, cierras los ojos deseando que no caiga boca abajo y, afortunadamente, cae boca arriba????? 

Pues eso es el optimismo para mí, cerrar los ojos, confíar y a pesar de que algo se cae o se rompe en nosotros, todo puede salir bien y podemos disfrutar aún de la vida y de nuestros seres queridos. No se me ocurre nada más positivo que una tostada boca arriba, incluso tiradita en el suelo. 

Desgraciadamente, hoy en día, el optimismo suele ser noticia. 

Nos quedamos alucinados cuando alguien en lo que consideramos la mayor tragedia que podríamos sufrir, no sólo se levanta de la cama y respira, sino que se convierte en alguien excepcional. Hay miles de casos de personas que quedan discapacitadas después de una accidente y con un gran esfuerzo, salen, entran, trabajan, practican deporte, son campeones de alguna modalidad deportiva, etc. No se me entienda mal, es que es excepcional lo que logran. Todo aquel que hace realidad sus sueños y se mantiene motivado ante la vida, que suele ser bastante puta, es excepcional. 

Todos sentimos un cierto interés (¿morboso?) en las desgracias y tragedias humanas y en gran medida acabamos amargados o estresados por tanto mal. Es que es así, las desgracias amargan el espíritu. Sin embargo, también es cierto que lo que más nos llama la atención es que "el verdadero optimismo sólo brilla en las tragedias" (Una arruga en el tiempo, 1935). Creemos que ante semejante situación, nosotros seríamos incapaces de sobrellevar esas desgracias. 

Ser optimista en la tragedia no es un don divino, no es algo que se tiene o no se tiene. De hecho, ser optimista sin más, en la tragedia, en la alegría, en el día a día, es algo que se puede aprender. No, no es que te digan se optimista... y tú vas al frigorífico y bebes una poción mágica y Zas!!! Optimista, de por vida. Esto, sí que hay personas que tendemos a ser optimistas y otras que tienden al pesimismo, pero os juro que se puede uno volver optimista cuando siempre has sido de esas personas que empieza a preparar una tostada nueva antes de ver si cae boca arriba, porque das por hecho que caerá boca abajo.



Yo era no era especialmente optimista, más bien, poco, pero cuando me diagnosticaron cáncer de mama con 34 años supe que en mis manos estaba ser optimista. Porque el optimismo no es ser un ingenuo o creer en un mundo de ilusión. Ser optimista, en mi caso, empezó con la aceptación de mi problema y todo lo negativo que ello conllevaba. 

Ser optimista, como os digo, no es algo a lo que no tengas acceso. Ser optimista es saber que están en tus manos las riendas de la vida y que hay cosas inevitables, pero siempre hay algo que puedas hacer para ser feliz. 

Salud. Dinero. Amor. Amistad. Familia. Trabajo. Deporte. 

O más fácil aún, porque trabajar el optimismo para encontrar la verdadera felicidad es sencillo: 

Tomar unos caracoles. Ver amanecer. Leer un buen libro. Ver Breaking Bad. Lavarle la cartera a tu marido con un décimo de lotería dentro y reirte antes de explicárselo. Hacer natillas.


He descubierto a gente que de optimismo no tiene ni idea. Las defino como cenizos completos. Siempre se adelantan a los acontecimientos y evidentemente, todo saldrá mal. Esto es tolerable cuando juega el Betis al fútbol y desde el minuto uno está diciéndote, vamos a perder a cada fallo de la defensa. Ser optimista no está reñido con ser realista. Lo que no es sensato es pensar que Nadal no ganará Roland Garros porque pierde el primer set de la final. 

Una persona optimista es aquella que tiene una balanza en su cabeza y sabe manejar las pesas perfectamente. Sabe que hay pesas a un lado que son inamovibles y muchas pesan mucho, muchísimo. Sin embargo, sabe dónde buscar las pesas que contrarresten. Poner pesas "positivas" a un lado hacen que suba la balanza del lado de las "negativas", de forma que esa subida lenta hace que parezca que pesan menos.

Ser optimista o aprender a serlo es buscar esas "pesas"... Saber que de nuestra mano está el poder cambiar las cosas. Siempre hay algo que se pueda hacer. Siempre. Incluso ante lo más terrible de la vida, que irónicamente, es la muerte, se puede uno mantener optimista y alegre... porque tu tostada ya estuvo boca arriba muchas veces. 

Sin más por hoy:

"Es mejor encender una vela que maldecir la oscuridad" Confucio.

Busca tu vela. Y compra cerillas.

Un besín enorme y feliz semana... Empezad con una buena tostada.





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