martes, 7 de octubre de 2014

Pruebas diagnósticas

Cada mujer es distinta y cada cáncer de mama, en parte, también. Hoy quiero dedicar esta entrada del blog a hablar de las pruebas diagnósticas que suelen realizarse en el caso de encontrar algo sospechoso en una exploración de mama.

 
 Os cuento mi oncoexperiencia:

MAMOGRAFÍA y ECOGRAFÍA DE MAMA: a las que somos menores de 40 años no se nos hacen mamografías al menos que acudamos al ginecólogo con algún problema en la mama. A veces, ni eso. En mi caso, siempre os cuento las cosas desde mi experiencia, de la exploración ginecológica, tuve que pasar por la desagradable y, en mi caso, tremendamente dolorosa mamografía. No, no tiene por qué doler, pero mi tumor era bastante grande y al presionar para hacer la mamografía, el dolor se hizo muy agudo y no me abandonó en días. No es lo habitual. Distinto fue hacerme la ecografía, sencilla y sin dolor físico, aunque de ella salí sabiendo que era grave: me dieron cita urgente para una biopsia. Las imágenes que da la mamografía en mujeres jóvenes suelen ser engañosas. Por lo visto el hecho de tener mucho tejido glandular no permite captar buenas imágenes. De hecho, en mi caso, no se veía tumor y éste medía 7 cm. No creo que sea una buena prueba para chicas jóvenes. Sin embargo, la eco permite ver el tumor. he aprendido a interpretar los informes de las ecos, mejor hiperecogénico y lo más regular posible. Sobre todo sé que es importante fijarse en los bordes del tumor. De todas formas, no quiero poner tecnicismos ni lo que aparece en el informe de mi biopsia, porque puede que os hayáis hecho alguna, que no sea nada y leáis algo parecido y entréis en paranoia. Así que… ahí lo dejo.

BIOPSIA: es la prueba definitiva. En las imágenes, parece o no parece, pero la biopsia te dice sí-sí y además, el nombre y apellidos de tu tumor, incluso hasta una cierta valoración sobre el pronóstico. La técnica que emplearon conmigo fue la biopsia por punción con aguja fina o gruesa (PAF y/o BAG). Pongo las dos porque desgraciadamente he pasado por las dos.  
  • Teta izquierda, tumor palpable: BAG. Me anestesiaron de forma local, pero no sé si eran los nervios, el tamaño del tumor o yo que sé, pero jamás he olvidado el dolor que sufrí. Quién me conoce sabe que soy quejica excepto cuando duele de verdad. Pues lloré de dolor allí, delante de la doctora y su ayudante. Jamás he olvidado esa sensación. Fue como atravesarme con un cuchillo… aunque no sé qué se siente si te atraviesan con un cuchillo. 
  • Posteriormente, tras otra prueba diagnóstica (Resonancia magnética), me vieron un pequeño tumorcito (< de 1 cm) en la teta derecha. Conclusión: BIOPSIA. En este caso, con aguja fina y una experiencia totalmente distinta. Sin dolor. Me pusieron por lo visto una especie de chapita o pieza que ayuda a localizar el tumor, bueno, la zona en la que está el tumor, en el supuesto de que el tumor desaparezca con la quimio y vayan a realizarte cirugía conservadora. Eso ni duele, ni lo sientes.
Acabas con moratones en las tetillas, pero los masajitos con Trombocid ayudan mucho. No tengas miedo, en el supuesto estadísticamente insignificante, que te duela esta prueba, pasa. El dolor pasa. Sólo tienes que ser valiente y dejarte cuidar.

También me hicieron posteriormente otra biopsia de los ganglios de la axila izquierda. El procedimiento es igual. Punción guiada por ecografía y hala, para casa.

RESONANCIA: ya la he mencionado. Es la prueba, para mí, definitiva. Te meten tumbada boca abajo con las tetas metidas en un armazón, dentro de un túnel-imán gigante. Cuando te meten, te tapan los oídos con unos cascos porque el ruido del imán es grande. ¿Sensación? Hace fresco, sientes una corriente de aire por los pies. No te puedes mover nada durante el rato que dura la prueba, que son unos 40-50 minutos. Estás agarrotada. Además te pinchan un contraste (gandolinio). No es dolorosa. Nada. Incluso puede que te dé por dormirte. Es larga. Si te da algo de claustrofobia, no te apures, al ser boca abajo, no agobia nada.
Es la prueba salvavidas. Gracias a esta prueba me vieron un segundo tumor, chiquitino. No sé, fue muy duro ir, hacerme la prueba y saber que tenía no un tumor, sino 2, pero a fecha de hoy, me alegro de que la doctora fuera tan exhaustiva. Lloré mucho. Demasiado. De ahí pasé a la segunda biopsia que ya os he comentado.

Después… ESPERAR. Que es la prueba más dura de todas, sin duda. 

Soy una persona que ha pensado agarrándose un tumor de 7 cm en su teta que le iban a dar 1 mes de vida. No exagero. Había noches que me asfixiaba y despertaba pensando eso. Siempre hay historias tristes en las que lees “chica joven recién casada que fallece 2 meses después de volver de la luna de miel”. Esto, de lo que me río ahora, es traumático. Y tan rápido como viene ese pensamiento, también se va y lo rellenas con otro más llevadero. Puede que sea de un golpe. Puede que sea un carcinoma in situ. Puede que no sea nada. Puede que, puede que… Y de nuevo, me voy a morir.

Otra prueba dura:  EL DIAGNÓSTICO. El 16 de Mayo me dijeron que tenía dos carcinomas infiltrantes. Uno de ellos localmente avanzado. Obvio contaros cómo fue. Aún no puedo. Mi anatomía patológica decía que era de tipo ductal y hormonodependiente (positivo a estrógenos y progesterona). Buen pronóstico, aparentemente. Eso dijo el cirujano.

El 28 de Mayo conocí al Dr. Virizuela, mi oncólogo. Con el supe que el cáncer se puede curar. Sólo hay que empezar a ponerle remedio lo antes posible, pero sin prisas. No te agobies.

El 6 de Junio dejé que me envenenaran, 1/6.

Como veis, rápido. Que es el mejor tratamiento. Pero, no, no acaban ahí las pruebas diagnósticas. El oncólogo quiere saber si tienes metástasis. Así que aún te quedan más pruebas:

GAMMAGRAFÍA ÓSEA: esta prueba es para ver si tienes metástasis óseas. Es muy sencilla. Te pinchan un contraste radioactivo, esperas un buen rato y después te pasan a una camilla para hacerte fotos de arriba abajo. Insisto, no duele, aunque lo mismo desarrollas “mieditis” y empiezan a dolerte todas las partes de tu cuerpo. Tranquila. Todo irá bien. Si tienes niños cerca, olvidate de achucharlos ese día. Eres radiactiva un buen día.

TAC: esta prueba es para ver metástasis en el resto de órganos. Vamos, te ven las anormalidades que haya y si hay algo sospechoso. Te hacen beber "una pechá" de un contraste previamente y también te pinchan durante la prueba. Te tumban en una camilla y te meten en un donut gigante. Respira. Aguanta respiración. Respira. Otra vez. Ya hemos acabado. Y después te comes un montaito de pollo, como hice yo.

Pues ya está… con todo esto tú vas al oncólogo y te manda tu tratamiento. Yo tenía dos carcinomas ductales infiltrantes, hormonodependientes, HER2 negativo, uno en cada mama, dos ganglios afectados y 0 metástasis.

Vuelvo a insistir. Tu tratamiento dependerá de mil cosas. Edad. Tipo de carcinoma. Estadío. Oncólogo. Peso. Tamaño del tumor. Tamaño de mama. La conjunción de la Tierra con la Luna.

Estas son las pruebas diagnósticas que me realizaron a mí en un período de 1 mes. En un mes le puse nombre y remedio. 16 meses después sobrevivo. Tú también puedes. No tengas miedo. Haz todo lo que te digan y confía en tus médicos. Pregunta. Llora. Patalea. Pasea. Tomate tilas o algo más fuerte para aguantar las esperas de los resultados.

Haz lo que puedas, pero siempre, LUCHA.





1 comentario:

  1. Gracias a ti por el apoyo y por tus bonitas palabras de ánimo!!! Un besin.

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