miércoles, 13 de enero de 2016

Miedo oncológico post-cáncer


Lo siento, pero hoy no voy a endulzarte la vida de paciente oncológica... 

MIEDO


Hoy te hablo del miedo que vas a tener que afrontar el resto de tu vida por ser una superviviente de cáncer de mama... 

No será constante, no te impedirá avanzar, pero habrá momentos en los que perderás el aliento y llorarás asustada. Y en ese momento, te sorprenderás mirándote en una foto de niña preguntándote: 

¿por qué tuvo que pasarme a mí esto? 

Una vez que superas tu tratamiento para el cáncer de mama y vuelves a la vida, experimentas "mogollón" de situaciones en las que vas a entrar en shock por el miedo que tienes a caer de nuevo enferma. Cuando digo shock, digo que te puedes hasta desmayar o también, sufrir un "evento gástrico"... vamos que más vale que tengas un baño cerca. La verdad, no siempre, aunque te asustes, va a ser tan traumático, pero sí que vas a sentir bastante ansiedad hasta que logres aceptar tu nueva realidad oncológica.

¿De qué situaciones hablo? Yo he vivido las siguientes situaciones... y sí, en algunas mi aparato digestivo entró en funcionamiento.

He sentido y siento miedo tantas veces. ¿Cuándo?

Cuando:
  • No podía levantar un brazo tras la mastectomía y me toqué la axila, descubriendo que había un bulto que días antes no estaba. Era un simple proceso inflamatorio post-quirúrgico. 
  • Me hacen una radiografía de tórax y veo la radiografía llena de manchas. Teniendo 2 lolas de goma ya podéis imaginar que son esas manchas. 
  • Me hacen una ecografía abdominal. Me diagnosticaron hemangiomas hepáticos benignos, pero cuando me los analizan, tiemblo. Antes de que me los diagnosticaran creí que tenía metástasis hepática. Viví con angustia cada momento hasta queme dijeron... "olvídate de esto".
  • Me hacen una citología y quedo pendiente de la llamada de la ginecóloga si sale algo anormal en el resultado. Un día resulta que me llamaron. A las 8.30 de la mañana. No atiné a coger el móvil. No quería ni cogerlo. Hongos. Mi ginecóloga es así. 
  • Me duele la cabeza. Bastante, la verdad. Por el tamoxifeno. A veces, siento que me explota la cabeza... Y pienso, ¿tendré un tumor? 
  • Me dura un resfriado 15 días... 
  • Esa vez que me toqué la cara y me noté un nódulo en la mandíbula. Una bolita dolorosa y móvil. Un ganglio. Adenitis. Un flemón. Sí, me hice caquita. Lo reconozco. 
  • Me duele algo y leo el prospecto del tamoxifeno. Y ahí está. Y puede ir a peor. 
  • Me han dicho que alguien tiene cáncer de mama. 
  • O alguien muere de cáncer...
  • Me pasa algo tan bueno que siento que soy la más afortunada del mundo... porque creo que el cáncer me va a "joder" el momento.
  • ...
Podría contaros muchas más situaciones, pero ya os vais haciendo a la idea de que son situaciones de lo más normal. Todos alguna vez, más o menos hipocondríacos, al experimentar estas situaciones u otras similares, habéis creído que podíais tener algo más grave. 

La diferencia está en que las que hemos pasado por un cáncer y estamos recuperándonos, pensamos día tras día (en algún momento del día) que alguna célula se quedó suelta por nuestro cuerpo y ha querido dar la cara cuando notamos que algo no va como debería. 

La probabilidad de que esto ocurra, una recidiva, la desconozco exactamente, pero es evidente que a fecha de hoy tengo más probabilidades que una sanota de que el cáncer vuelva a aparecer. 

Cuando pasen 5 años esta probabilidad baja y creo que entonces podré decir que existe la misma probabilidad de volver a caer enferma que tú que estás sana. Sin embargo, todos sabemos que a una enferma de cáncer de mama y a una superviviente, nos da igual lo que nos diga el sentido común y la estadística... la mayor secuela que tendremos siempre será el miedo irracional.

Yo he aprendido a pensar con objetividad y eso me alivia en ciertos momentos un poco "tensos" como los que os he contado, pero a veces eso no ha sido suficiente y he creído tener que volver a empezar a luchar.

¿Sabéis que es lo que pensamos en ese momento? 

Estoy segura que no sólo me pasa a mí, seguro que todas las luchadoras que me leen también piensan igual. Lo primero en lo que pensamos cuando el miedo nos hace creer que estamos enfermas de nuevo es el tener que volver a decirle a nuestros seres queridos... "Esto ha vuelto". 

Para acabar de forma "siempre positiva"... 

LA MAYOR PARTE DEL TIEMPO TE OLVIDAS HASTA DE QUE TIENES DOS TETAS DE MENOS... EN SERIO. EL MIEDO NO SE INSTALA DE FORMA PERMANENTE SI NO LE ABRES LAS PUERTAS DE TU CASA.





No hay comentarios:

Publicar un comentario