jueves, 18 de febrero de 2016

CARPE DIEM


Si os gusta algo el cine, estoy segura de que cuando habéis leído el título de la entrada de hoy os habéis acordado del Club de los Poetas Muertos. 

Es una de mis pelis favoritas, la verdad. Te enseña a vivir el momento, a darnos cuenta de lo valioso de luchar por nuestros sueños... Genial cuando tienes 20 años y te quieres comer el mundo. 

Sin embargo, también te enseña que no es fácil esta lucha y, lo más importante, que no siempre se gana. Aunque siempre, siempre, merezca la pena.

Es una lección importante que cuesta mucho aprender y, sobre todo, aceptar. 

Hay que aprender a aceptar que no siempre los sueños se cumplen, que no siempre el esfuerzo es recompensado y que no siempre, pasar por un cáncer evita que haya más males en tu vida. 

Gracias a mi oncoexperiencia vital he aprendido la importancia del carpe diem... y lo practico bastante, aunque el tiempo que me va separando de mis recuerdos, me lleva en ocasiones, cada vez más frecuentemente, a cometer los mismos errores que se cometen cuando uno va demasiado deprisa. 

Hoy me quiero dedicar un poco a la cara negativa del carpe diem, esa parte negativa que hace que por mucho que te empeñes, tus sueños no se van a cumplir. 

Así de simple. 

Ya puedes vivir cada experiencia a tope, ya puedes poner todo de ti, que sabes que has perdido el tren. 

Como sabéis, ando desempleada. Y el tren que quería tomar, pasó de largo antes de que ni siquiera comprara el billete. 

En estos años que vivimos, toca reinventarse. 

¿Reinventarse?

ES ESO QUE SE HACE SI NO SE TIENE MIEDO 

He pasado por la experiencia más dura que podría haber imaginado que pasaría y sin embargo, es en esta situación de desempleo, en la que me siento más incapaz.

 ¿Estamos locos? ¿O el Docetaxel llevaba algo que me daba subidón?

Un trabajo es un trabajo... y tarde o temprano llegará, pero, no os voy a mentir oncoamigas, me pesa demasiado haber pasado por el cáncer de mama. No tengo las mismas ganas, no tengo la motivación, no tengo la fuerza y tengo todo el miedo del mundo a no estar a la altura. De hecho, dejé pasar una oferta profesional porque en ese momento de mi vida, y en este aún, no podía hacer frente al estrés que me provocaba el ritmo de trabajo y las exigencias del mercado.

Para que me entendáis, hace unos años tuve que aparcar mi coche y bajarme y no he remontado en ese aspecto. Vamos, que el mismo coche ahora no corre tanto. 

Cuesta vivir en la incertidumbre laboral cuando tú misma vives en una cierta incertidumbre en cuanto a tu salud y a tu existencia. 

Cuesta dar pasos y pasos cuando cada vez que adelantas el pie piensas que si te equivocas de dirección, esta vez sí, te quedas perdido sin que nadie te rescate. 

La verdad es que para todo el mundo todo cuesta. Sólo hay unos pocos privilegiados a los que todo le cae desde el cielo. Sin embargo, si has pasado por el cáncer, llevas una pesada carga encima, sin apenas darte cuenta, pero la llevas. 

Se produce en ti un choque vital. Por un lado, eres una "happy flower" porque has aprendido la lección nº1 del cáncer: 


Te crees que todo en esta vida es fantástico y que lo mejor está por llegar. 

Pues, te la vas a pegar y gorda. Porque, por el otro lado, está la realidad. Y la realidad te dice: 

¿Qué las has pasado putas? (con perdón)
¿Qué te crees que ya has pasado todo lo malo que te iba a pasar en la vida? 
¿Qué te crees que te mereces que la vida te compense? 

Y sin darte tiempo a contestar, directamente, se ríe de tí. 

Y, chicas, lo siento, pero la vida no te compensa, no tiene reservado nada estupendo para ti y todo lo bueno que tenía que pasarte, ya te ha pasado. 

Lo peor de todo es que encima te sientes egoísta por querer que te compense la vida, por pensar que te mereces algo mejor...

Lo bueno de pasar por el cáncer de mama es que has logrado alcanzar el nivel de Máster en Aceptación. Yo al menos tengo una elevada capacidad de aceptación y he aprendido que la vida, vida es y que todos tenemos nuestros problemas... y todos intentamos salir para adelante. 

Lo bueno de pasar por el cáncer de mama es que has logrado darte cuenta de lo que es realmente importante en esta vida y cuando flaqueas, te acuerdas de todo lo bueno que tienes y que otros desearían. 

Lo bueno de pasar por el cáncer de mama es que has logrado ser paciente y agradecida por estar viva, porque cada día es un día más, que aunque pasen y pasen rápido, tú estás ahí haciendo que sea valioso. 

Lo bueno de pasar por el cáncer de mama es que sabes que no estás sola. 

Lo bueno de pasar por el cáncer de mama es que todo está chupado para tí... o eso te crees.

Lo bueno de pasar por el cáncer de mama es que haces amigas que te dicen, lo importante es que tú te lo creas. 

Y escribiendo, escribiendo... me he dado cuenta que hay muchas cosas buenas en mi vida y muchas de ellas están relacionadas con haber superado un cáncer de mama. 

Y entonces, creo en mí. 

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