viernes, 1 de agosto de 2014

Agosto




Los que seáis de Sevilla y estéis estos días por acá sé que en algún momento os habéis preguntado... ¿el mapa de España se ha dado la vuelta? ¡Qué fresquito! Esto no parece propio de un verano en Sevilla. 

Sevilla le ha dado la bienvenida a Agosto igual que despidió a Julio: Día nublado - 14:00 Temperatura : 23ºC. 

No sé qué de veranos pude pasar enferma, pero sé el verano en el que no lo estoy y la meteorología me está regalando un tiempo estupendo para poder disfrutarlo. Sé que hay gente que le encanta el calorcito, pero con mis sofocos menopáusicos lo mejor que me puede pasar es que el termómetro no pase de 30ºC, pero es que hace menos aún!!!! De hecho, os escribo desde el salón de mi casa en camiseta de mangas largas.

Hoy me decidí también a escribir porque ayer conocí a una nueva princesita, la hija de Ángel y Carmina, que tenía muchas ganas de venir al mundo y se ha adelantado. Conocerla me ha hecho pensar mucho, especialmente porque la doctora que la ha traído al mundo es la misma que se encarga de que "mis cositas" estén bien... porque yo espero que un día haya un Isidro García. Digo un.. sí. 

Me explico.

No sé si soy mutante bcr1 o bcr2. No me he hecho test genéticos porque para qué si ya sé que ha pasado, pero he sabido estudiando un poco que se cree que en el caso de cánceres de mama esporádicos, que son la mayoría (80%), pueden ser debidos no a una mutación de estos genes, sino más bien a una disfunción, donde las hormonas juegan un papel fundamental. Sólo sé que en mi familia te pones a buscar mujeres y ninguna ha sufrido cáncer de mama. Pues me tocó a mí. Y la verdad, no me importa. Ahora, vivido lo vivido entiendo a mi amiga Ro cuando dice que agradece haber pasado ella por un cáncer antes de que le ocurriera a su madre o hermana. 

Pero mi enfermedad no sólo me afecta a mí. Ahora cuando mi hermana va al ginecólogo debe explicar que sí, que su hermana ha superado un cáncer de mama y  la mirarán con lupa también. Mi madre tampoco se libra y el ecógrafo, mi salvador, siempre me dice, insiste a tu madre que no se deje de revisar. También mis primas. Ahora cuando vayan a sus médicos también deberían decir "mi prima hermana ha sufrido cáncer de mama" y deberán revisarse, seguramente con más miedo que antes. También afecta a mis amigas. Sé que muchas ahora cuando se toquen sus pechos y un día casualmente descubran un bultito, cosa que es muy normal, se acordaránn de mí y se asustarán más que cuando no conocían a nadie cercano. Lo siento. Mucho. 

No es cuestión de volverse paranoica, sólo prudente y sobre todo, aprender a ser valiente. Que lo que me ha pasado a mí, es bastante frecuente, desgraciadamente por un lado, pero a ver, chicas, llevo 9 meses limpia y estupenda... y voy a seguir así. Así que, afortunadamente, también os digo que sí se puede ganar la batalla. Y la guerra. Tardaré 5 años o 10, pero se ganará.

Retomo. 

Cuando caes enferma te viene encima la preocupación de la maternidad. Recién casada no me lo planteaba, pero con 34 años tampoco era para estar meditándolo mucho. Sin embargo, me vino la preocupación de golpe porque la quimioterapia es responsable de que la mitad de las mujeres que pasan por ella, queden estériles porque retira tu menstruación y depende de la edad, esta no regresará. A mí se me retiro la regla y no volvió, asomó, eso sí, pero claro, mi jodido tumor es hormonodependiente y los estrógenos son veneno para mí, así que me han obsequiado con el tamoxifeno y soy químicamente menopáusica. Lo cual, si asomaba mi regla, ésta dijo, uy...adiós niña adiós. 

Es un sentimiento contradictorio porque la verdad, me da mucho miedo tener estrógenos. Sobre todo en los primeros 2 años porque sí, te quitan las mamas, pero aún hay riesgo de recidivas, sobre todo en estos dos primeros años. Después, me quedarán 3 años más de pastilleo. Conclusión: ahorro en tampax e inversión en abanicos. 

Abro mi intimidad hoy concretamente para que las mujeres sepáis lo que conlleva el cáncer de mama. De nuevo, no es un lazo rosa ni un pañuelo en la cabeza. 

Con este panorama, mi oncólogo, que es muy majo, jamás ha dudado en que podré ser madre y yo que le creo a pies juntillas siempre, en esta ocasión, pues le creo también. Sé que él será el que me diga Ana, si quieres intentarlo, ahora te dejo. Le pondría su nombre a mi hijo, en serio. 

Pero ahora viene lo triste, no quiero una princesita tan bonita como la de Ángel y Carmina. Las que seáis madres sentiréis que no queréis que nada malo le ocurra a vuestros hijos y me entenderéis, pues imaginad que yo sé lo malo que es tener cáncer y se me parte el alma en pensar que le dejo esta herencia a una hija. Si la naturaleza es buena conmigo, me dejará ser madre. Sé que quien espera, obtiene recompensa. Si la naturaleza me dice que no, ya encontraré otra vía, que sé que ilumina la vida más aún que la biológica. Pero no quiero afectar a otra vida, ni quiero que el miedo habite en mi casa. 

Así que yo mientras veo llegar al mundo muchos niños y niñas y me alegro tanto, tantísimo, por sus padres, por la ilusión que se ve en sus ojos, que APRENDO nuevas lecciones de la vida y RECUERDO que hay que ser paciente y hay que aceptar cada aspecto negativo que se nos presente y así, se me pasa un poco la frustración y hace que me concentre en lo que es realmente importante, recuperarme y, sobre todo, aprender a disfrutar de lo que la vida nos regala: 

UN VERANO PRECIOSO QUE PODER DISFRUTAR 
(CON PELO)

Os dejo con una canción preciosa de Emeli Sande, que tiene una letra estupenda para las que nos sentimos diferentes: 



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