miércoles, 18 de noviembre de 2015

Noelia Martínez. Almería.

 Noelia ha llegado a mi vida para darle algo de sentido... 

Llegó hace meses y a fecha de hoy, me encantan esos "guasaps" con ella porque seguramente cree que la ayudo, pero me está ayudando ella más a mí.

Noelia ha pasado por quimio, por una mastectomía y le toca esperar para ser radiada...pero eso mejor os lo cuenta ella.

Os dejo con su historia contada en primera persona:

"Me llamo Noelia y tengo 34 años, madre de un niño de 5 y una niña de 3, y cuando estábamos planteando ir a por el tercero (cosa que no descarto dentro de 5 años), me diagnostican un cáncer de mama el pasado mes de febrero, así que aún ando inmersa en el tratamiento. Primero quimio, después mastectomía y pendiente de la radioterapia.

Todo empezó en el verano de 2014 cuando me palpé un bultito, que en principio, y según 4 médicos, era un fibroadenoma, y que cuando fui a la revisión a los 6 meses en febrero, de benigno no tenía nada.

¿Cómo me sentí entonces? Pues supongo que como todas las que pasamos por aquí, un miedo tremendo y autoconvencida de que me iba a morir. Ya imaginaba a mis hijos cuidados por otra mujer (malvada como en los cuentos) y venga preguntarme si de verdad me estaba pasando esto a mí.

Siempre pensé que esto era algo que le pasaba a los demás, pero que a mi no.

Me ponía a leerles el cuento por la noche para dormir y acababa llorando desconsolada, pensando que ese rato iba a tener fecha de caducidad, y lo tendrá, pero porque se harán grandes y no porque falte yo.

Acababa de pintar mi casa, y pensaba, menos mal que me voy a morir con la casa limpia; confieso que casi se me fue un poco la pinza.

Y la tranquilidad a mi vida llegó cuando me vi inmersa en el tratamiento de quimioterapia y me sentí segura, ya estábamos atacando al bicho.

En ningún momento me han dicho que no me vaya a curar, eso pienso yo (estadio 2), aunque sea un triple negativo.

Así que intento mirar hacía delante y volver pronto a mi vida de mujer trabajadora dentro y fuera de casa; ahora soy trabajadora sólo dentro de casa, y a lo mejor, el tener dos niños tan pequeños, que no quieren ver a su madre enferma, ha hecho que en 8 sesiones de quimioterapia sólo me haya metido una vez en la cama. 

He seguido para adelante con mi vida, casi normal, por ellos y los he llevado al cole, al parque, a los cumples, a la natación, con pañuelo o peluca, hasta vacaciones entre sesiones de quimio.

Mi hijo me pregunta cuando voy a tener el pelo largo (siempre he llevado una media melena), el pobre asocia pelo corto a mala racha para todos; así que lo dejaré crecer hasta que me harte. Y la peque, es muy peque aún para darse cuenta de lo que ha pasado, aunque le hacía mucha gracia verme calva.

Ahora que está todo casi ya pasado, me falta darme la radioterapia, mi marido ya me pregunta si veo la luz al final del túnel (no en el modo morir, je je) y yo le digo que ya que no tengo bicho, la quimio fue muy efectiva, y tengo mi pelo, mis pestañas y cejas, y algún que otro pelillo más, le digo SÍ. 

Y que en ningún momento me ha hecho sentirme menos mujer por no tener un pecho, aunque el cirujano ha hecho muy buen trabajo (gracias Dr. Lorenzo), y todavía no ha terminado el proceso de reconstrucción. 

A mi marido le pongo un 10 (aunque según la bioneuroemociòn de Enric Corberá, es el culpable de mi cáncer y debería alejarme de él, hice una sesión y ni una más).

Aunque tenga momentos de bajón, siempre que tengo que ir al hospital para citas, vuelvo a la realidad de lo que he pasado.

Y espero que este pequeño relato de lo que han sido estos meses ponga luz a las que estáis empezando este camino, y os digo una cosa: 

SI SE PUEDE"

Cuando leí su email, me emocioné mucho. Quizás porque me vi reflejada en ella. Ese sentido del humor algo oscuro lo compartimos o quizás es efecto de la quimioterapia. Bueno, me sentí identificada con ella porque yo sé también lo que es que se me vaya la pinza y creer que me iba a morir y que no merecía la pena estar pendiente de nada...ni casa, ni trabajo, ni nada. También sé lo que es llorar por amor. Por querer tanto a alguien que no quieres morirte porque no quieres hacerles daño...ni que te lloren. No tengo hijos, pero he sentido eso igualmente. 

El relato de Noelia creo que nos ayuda a darnos cuenta también de la necesidad de las revisiones. Un fibroadenoma puede no ser tan benigno como a veces parece y tarde o temprano el cáncer da la cara... Así que creo que es fundamental que no cunda el pánico, pero no dejar de acudir a las revisiones ginecológicas e insistirle a los médicos cuando creamos que algo no va bien.

El cáncer de mama en muchos casos canta y se manifiesta en cambios en nuestras mamas... Conoce tu cuerpo y obsérvate.

Por último, Noelia ha tenido un cáncer de mama distinto a mío, de los que ya os he hablado. Es triple negativo y la tiene algo nerviosa, aunque yo le digo que en un estadio 2 y con tan buena respuesta a la quimio... que esté tranquila y no se adelante a acontecimientos. 

En otra ocasión espero que se anime y nos cuente esa experiencia suya sobre bioneuroemociòn de Enric Corberá... porque en este blog siempre tendrá cabida.

GRACIAS NOELIA


3 comentarios:

  1. un abrazo a Noelia, desde lejos... no pude evitar una sonrisa en su relato... todo estará bien, mujer!!!!

    ResponderEliminar
  2. Es fantástica Miriam... Gracias por seguir ahí. Un beso.

    ResponderEliminar
  3. Hola, buenos días:

    Mi nombre es Juan, te escribo en nombre de la Asociación Kurere, palabras que curan, dedicada a gestionar la plataforma www.kurere.org. Nos encanta tu proyecto y nos gustaría mucho poder tener un correo electrónico tuyo para poder enviarte información sobre nuestra plataforma y si lo estimas oportuno poder iniciar algún tipo de colaboración.

    Mis datos de contacto:
    juan@.kurere.org
    Telf.: 663913064

    Muchas gracias por tu atención.

    Muy atentamente,

    Juan Osoro

    Co-fundador de Kurere

    ResponderEliminar