lunes, 23 de noviembre de 2015

Un sujetador, gracias

De nuevo, os escribo con nocturnidad.

Hoy tenía previsto escribir de otra cosa, pero como mi onco-actualidad es la que mueve los hilos en este blog he decidido contaros una experiencia vivida este fin de semana.

Como el título de la entrada sugiere, voy a hablar de comprar sujetadores tras, no sólo de un cáncer de mama, sino de una reconstrucción de mamas, de dos mamas, con sendos pezones y sus areolas tatuadas.

Hace casi un año publiqué una entrada titulada Sujetadores. Os dejo acá el enlace del post por si queréis volver a leerlo.


Es una de las entradas que más se consulta y una de la que más ayuda ha prestado. Así que espero que esta entrada de hoy tenga tanto éxito o más, porque la de hoy es aún más optimista que la anterior. 

Hace un año yo no había acabado mi reconstrucción, de forma que en el momento que escribí ese post, no tenía aún ni pezones ni areolas. Recuerdo haber ido a comprar algunos sujetadores y probarme sólo las primeras veces, para saber la talla que mejor se adaptaba a mis nuevas tetas. 

Verme en el espejo de mi casa nunca ha sido un problema, ni plana, ni amoratada, ni con los expansores creciendo semana tras semana, ni con los pezones nuevos con sus puntos, ni sin ellos y, desde luego, nunca ha sido un problema verme ahora con todo el trabajo acabado, faltando algunos detalles técnicos.

Sin embargo, no os voy a engañar, verse en un espejo de una tienda de lencería ya no es lo mismo. 

Como os digo, recuerdo probarme los sujetadores las primeras veces que fui a comprarlos tras la colocación de las prótesis definitivas. Me veía en esos espejos sin pezones y me sentía un poco un bicho raro y me daba algo de tristeza. Así que, una vez que conocí qué sujetadores me iban mejor (como os cuento en el post Sujetadores) y qué talla gasto post-mastectomía, no me probé nunca más y me los compraba tal cual. Ya en casa, a salvo de cortinas que no se cierran bien nunca, me los probaba y mejoraba el ánimo al verme estupenda con la compra realizada.

Bueno, pues este fin de semana, concretamente el viernes, acabé en Oysho. Yo sé que parece que le hago publicidad a la tienda, pero en serio, es donde mejor encuentro sujetadores. Vi uno de esos del estilo de los que anuncia la Pataky de la marca Woman' Secret (en esta tienda tengo que ver los distintos modelos para informaros qué tal van), al fin y al cabo, lencería fina como dirían las antiguas. 

El modelo que me gustó es este:



Sexy eh?

Bueno, pues como conseguir los abdominales de la chica de la foto es más complicado o al menos, es más costoso, decidí que estaba más a mi alcance quedarme con ese sujetador. Sin embargo, al tenerlo en mis manos, me parecía grande en mi talla habitual. Así que sin pensármelo mucho, al probador que fui. 

Y allí estaba yo, desnuda de cintura por arriba probándome un sujetador, con mis areolas. La imagen en el espejo me sorprendió. Y ya no me preocupé tanto de la cortina, si cerraba bien o no. 

Tengo que deciros, si no lo sabéis, que la única persona que ha visto mi pecho nuevo desnudo es mi marido. Bueno, miento. Existen un millón de médicos y enfermer@s por los que he pasado a los que sin pudor se lo he enseñado. Pero a nadie más. Ni madre, ni hermana, ni amigas... 

Sé que hay gente que sí, que lo ve normal. Yo no he querido no por mí, sino porque sé que las sanotas se impresionan más. Quizá esperan algo horrible y al encontrar belleza... no sé. Se sufre. Eso sí, ahora no me importa tanto si casualmente se me ve o si tengo que probarme delante de alguien. 

La imagen que ví en ese espejo y la que se ve en distintas fotografías de mastectomías reflejan "normalidad". Vuelvo a esta palabra, pero vuelvo a recuperar las comillas.

Para haceros reflexionar sobre la "normalidad" de una mujer mastectomizada quiero usar esta foto que me ha parecido preciosa: 


Esta foto corresponde a otra opción que tenemos las mujeres tras la mastectomía. Ocultar nuestras cicatrices con un tatuaje artístico (con reconstrucción o no). 

Yo misma veo esta foto y no pienso que esta mastectomizada. 

La reconstrucción te devuelve una imagen femenina que en parte has perdido por la amputación, pero te deja muchas secuelas. 

Yo, que soy bastante afortunada con el tema de la reconstrucción, carezco de sensibilidad mamaria o presento sensibilidad alterada. Esto no se sabe lo jodido que es hasta que te pasa. No es que no sienta nada de nada, pero no noto el roce de la ropa y mucho menos de una mano. Noto la presión, eso sí. Otra de las peores cosas asociadas a la falta de sensibilidad o a su alteración es tener continuos pinchazos o picores en la zona, pero resulta imposible detectar dónde exactamente. Otra de las secuelas que peor llevo es la continua sensación de tensión mamaria. A veces, voy mejor, pero la mayor parte del tiempo la siento opresiva. No sé si mejorara con el tiempo. Para que me entendáis es como llevar un sujetador dos tallas más pequeño. 

Sin embargo, a los ojos de una sanota, esto no se aprecia al ver una mama reconstruida. 

Las sanotas cuando ven las maravillas de la cirugía reconstructiva respiran alividas. Se puede seguir siendo bellas. Po toma, claro. 

Lo que no sabéis es que esas tetas son entes extraños, que molestan, que duelen, que no se mueven ni tienen caída que las dote de humanidad. 

Sin embargo, el viernes delante de ese espejo con ese sujetador puesto hizo que no me importara tanto ni las molestias, ni la falta de caída, ni que las areolas aún no están del todo acabadas... 

Un simple sujetador ha obrado maravillas...

Cuando caí enferma, me recomendaron que me cuidara estéticamente más, que no me dejara llevar por el desanimo y me arreglara, me pintara, etc. Yo lo hice, a mi estilo, que no soy yo de arreglarme mucho, pero a día de hoy sigo diciendo que lo que más me ayudó a aceptar mi pecho y mi nueva circunstancia fue un simple sujetador. 

Un simple sujetador y una mirada sincera en un espejo... 

Ánimo chicas...


3 comentarios:

  1. absolutamente de acuerdo!!!! tu primer posteo de sujetadores me sirvió y me divirtió (si, divirtió) antes de mi mastectomia... y con este coincido... a veces un sujetador obra maravillas, y es parte de la reconstrucción... ahora sujetadores bonitos para una mama "normalizada"... gracias por cada posteo!!!

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  2. Gracias a ti preciosa!!! Me encanta hablaros de sujetadores...Nunca nada me había hecho tan feliz!!!! Me sirve a mí muchísimo y si encima sirve para otras mujeres, para que se sientan bien, satisfechas, bellas, sexys,... Es lo máximo!!!!

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